La foto de los líderes del G-8 plantando arbolitos en Toyako salió ayer en la primera plana de la mayoría de los diarios. Se los ve a todos con la espalda inclinada y una pala en la mano. Están Brown, Berlusconi, Merkel, Bush, Fukuda, Sarkozy, Medvedev, Harper y Barroso (...).

La de Toyako es una foto protocolaria (...). Pero (...) hay algo farisaico en ese ceremonial (y no me refiero a eso que dicen algunos: que reducir un 50% las emisiones de CO2 en el 2050 es una propuesta insuficiente). Me refiero a las risitas, por ejemplo. Berlusconi ríe, Sarkozy ríe, Medvedev ríe, Bush ríe y Barroso ríe también. ¿De qué se ríen? ¿De la farsa? (...)

En la vida -dicen los loros- hay que tener un hijo, escribir un libro y plantar un árbol. Tal como demuestra la foto, los del G-8 esto último ya lo han hecho. Los libros los escribirán cuando dejen sus cargos y empiecen a recolectar los frutos sembrados en sus años de mandato (...) Pero a mí me hubiese gustado que no todas las cámaras se hubiesen ido de Toyako (...) Porque, al anochecer, uno a uno, los líderes del G-8 fueron saliendo de sus habitaciones, acompañando a sus perros en el rutinario paseo antes de ir a dormir: Medvedev, Berlusconi, Merkel, Bush, Fukuda, Sarkozy... Todos acabaron frente a los arbolitos recién plantados. Entonces sus perros levantaron la pata y los estrenaron. Esa es la foto que hoy me hubiese gustado ver en primera plana (...).