Raimundo Fitero
Excrecencias
Me encantaría poder revelar entero mi sueño, pero estas líneas se pueden leer en horario infantil y no es cuestión de soliviantar a nadie. Siempre que me duermo con la tele encendida tengo pesadillas, pero, cuando mi cabeza se vuelve autónoma y aparecen viajes fantásticos o premoniciones futuribles, uno se halla inmerso en unos mundos mágicos en donde todo puede suceder. La última noche que pasé con el mando a distancia desprendido la considero como un retorno a mi etapa anal. Televisiva, se sobreentiende. Por lo tanto todo lo que me sucedió en la fase post REM se convierte en excrecencias, en productos fruto de la depuración de mis obsesiones y una clara dejación de mi proverbial anti freudianismo instrumental. Esto apareció veladamente, doctor.
Un programa de morbosidad sobrenatural que sería una rehabilitación en Sofres para Patricia Gaztañaga, si se uniera a Evaristo Mejide que, por lo que pudimos comprobar, anda buscando un nuevo lugar bajos los focos de algún plató y en la última gala de OT estuvo amenazando con huir. Fue un bonito diálogo escrito, al parecer, por José Luis Moreno o su equipo de guionistas. Cada día que pasa queda más retratado el rebelde con cheque. Pero sigamos con lo nuestro, si es necesario completar un tripleta de desheredados de la inteligencia podríamos colocar a la Patiño para que anuncie productos diversos y se pueda pagar la próxima sesión de bótox. Para que no piensen estos ángeles mediáticos que les tenemos manía, estoy pensando en que podrían plantearse un programa de divulgación científica. Incluso tengo el convencimiento de que sería un tripleta magnífica para hacer un programa de contenido político. De ser así, para los análisis de coyuntura deberían poner a Anne Igartiburu, que es una especialista.
Los programadores de las generalistas deben plantearse muy en serio tomar decisiones que cambien un poco la inercia actual. No puede ser que tenga más interés policial una carrera ciclista que la noche marbellí, ni que en los sanfermines encontremos entre los corredores más vestuario customizado que en las sobremesas en directo. Me he aliviado un poco, sólo un poco. Temo por mi reputación.