«Estamos aquí gracias al impacto que acabó con los dinosaurios»
Lo suyo son los foraminíferos planctónicos, los minúsculos habitantes de la superficie marina que se extinguieron también junto con los enormes dinosaurios hace unos 65 millones de años. Conoce bien aquella gran extinción, la última de la historia de la Tierra, porque aquí, en Euskal Herria, aquel suceso quedó grabado en muchos estratos de tierra. Un lujo para un paleontólogo como él.
Joseba VIVANCO |
Cuando se acaban de cumplir cien años desde la explosión de Tunguska, la biblioteca Bidebarrieta de Bilbo ha acogido unas charlas organizadas, entre otros, por el Círculo Escéptico y la UPV-EHU. En ellas, Xabier Orue-Etxebarria habló sobre extinciones masivas por impactos y entre ellas la más estudiada y que hace 65,9 millones de años -según el último ajuste- acabó con los míticos dinosaurios. La del impacto por un asteroide de entre 4 a 6 kilómetros de diámetro caído en la península mexicana de Yucatán es la causa más asumida, pero hay científicos que lo achacan al vulcanismo de la época e, incluso, a enfermedades transmitidas por insectos.
Han pasado más de treinta años desde que Luis Álvarez y su hijo Walter presentaran al mundo pruebas de que un asteroide fue el causante de la desaparición de los dinosaurios. ¿Sigue habiendo dudas?
Depende de con quién se hable. Sigue habiendo gente que sólamente defiende una de las hipótesis. Personalmente, pienso que hay datos suficientes como para pensar que tanto el meteorito como el vulcanismo cumplieron un papel importante en esta extinción. ¿Cuál de los dos más? Probablemente el impacto, pero si nos hacemos idea de aquellos fenómenos volcánicos que se dieron en la zona de India, con una superficie del tamaño de Francia en ebullición durante 500.000 años, es evidente que influyó lo suyo.
¿Se ha sacado algo de positivo en todo este debate?
Hasta el planteamiento de Álvarez y compañía, nadie prácticamente había apuntado nada en el sentido de un impacto. A nadie se le ocurría pensar que los cambios no fueran algo gradual. Y, de repente, alguien plantea lo contrario. Eso llevó a plantearse también si había ocurrido sólo una vez o más veces y por lo que se está viendo, hay pruebas que apuntan a restos de grandes impactos que coinciden en el tiempo con otras extinciones masivas de la historia. No olvidemos que ahí arriba, en algún sitio, hay más de cien objetos que tienen más de un kilómetro de diámetro, y que tienen una órbita que cruza la órbita terrestres; si no se mueven, no pasa nada, pero si por alguna circunstancia se modifica, podrían chocar contra la Tierra.
¿Qué papel juegan en toda esta historia los estratos de los acantilados de Zumaia?
Unos de los mejores del mundo para observar lo que ocurrió. En 2007 fue ratificado como referente internacional para el estudio de dos límites geológicos concretos del Paleoceno. Zumaia fue la primera sección famosa, conocida ya desde la década de los cincuenta. Pero hay otras secciones, conocidas después, como en Urretxu o la navarra de Gaskue, o como la misma de Bidart, que para mí son más completas y permiten hacer un estudio más detallado de lo que fue el límite Cretácico-Terciario, cuando se produjo aquel impacto y la posterior extinción. Pero hablamos de casi treinta secciones sólo en Euskal Herria donde se observa lo que ocurrió y eso nos hace ser un sitio privilegiado y la prueba es la cantidad de investigadores, los más famosos, que pasan por aquí. Es un paraíso.
Cuando citamos la desaparición brusca de los dinosaurios, ¿de cuánto tiempo hablamos?
Es muy difícil precisarlo, porque en geología tienes que estudiar estratos y poder afinar más de 2.000 ó 3.000 años es muy difícil. Probablemente no fuera una cosa brusca. De hecho, nosotros conocemos mejor uno de los grupos del plancton que también desapareció, como son los foraminíferos planctónicos, y se ve que hay una serie de etapas en la que más de la mitad de ellos se extinguen casi con el impacto y luego hay otros que aguantaron más tiempo y fueron desapareciendo en unos pocos miles de años. Pienso que la mayor parte de especies desaparecerían tras el impacto y las demás en un tiempo razonable.
En cualquier caso, no parece que vaya a ser uno de los objetos celestes el causante de la próxima extinción masiva...
Ya hay gente que habla por ahí de que estamos ya dentro de lo que es la sexta extinción masiva. Puede ser que seamos nosotros los que nos estamos cargando el planeta.
Lo que sí resulta curioso pensar es que gracias a aquel asteroide, hoy, nosotros estamos aquí.
Está claro que si aparecimos en el momento en que lo hicimos, hace unos 5 millones de años, se debe a la extinción de los dinosaurios. Ellos eran los predadores que evitaban que los mamíferos de aquella época, que eran pequeñitos, pudieran colonizar otros nichos ecológicos, evolucionar y dar lugar a nuevas formas. Lo que no sabemos es si de no haber ocurrido ese impacto, si hubiésemos tardado más en aparecer o si ni siquiera hubiésemos aparecido. Pero, efectivamente, gracias a ese gran impacto estamos aquí hoy en día.
«El asteroide que cayó hace 65 millones de años fue la causa principal de la extinción, pero también el vulcanismo influyó lo suyo»
«No sólo los acantilados de Zumaia, en Urretxu, Gaskue o Bidart tenemos estratos que son un paraíso mundial para estudiar lo que ocurrió»