El presidente cubano, Raúl Castro, ha asegurado que Cuba jamás adoptará una decisión «como resultado de la presión, venga de donde venga, ya sea de un poderoso país o de un continente entero».

«No significa que estemos satisfechos con lo alcanzado. Conocemos las dificultades, los productos que escasean o no alcanzan, y trabajamos para que sean menos cada día», afirmó el viernes durante la clausura de la primera sesión del nuevo Parlamento, según recogió Telesur.

En su discurso, Castro habló de las reformas económicas y explicó que se irán implementando de manera gradual, como es el caso del aumento salarial, que respetará, dijo, ciertas prioridades.

Evitó precisar fechas y sectores, pues, según señaló, «no sería ético crear falsas expectativas» e indicó que «socialismo significa justicia social e igualdad, pero igualdad de derechos, de oportunidades, no de ingresos». «Igualdad no es igualitarismo», sostuvo, reafirmando la reciente aprobación de una resolución para que los salarios -408 pesos de media (unos 17 dólares)- se calculen en función de lo producido y la calidad de los servicios y no de forma general. Y añadió que la solución dependerá de la situación económica del país

Además, anunció que eliminará subsidios y aplicará «un adecuado sistema de impuestos y contribuciones».

El presidente cubano insistió en la necesidad de volverse hacia la tierra y hacerla producir y anunció que se comenzará a entregar tierras ociosas en usufructo en fecha próxima a quien produzca, una de las medidas que el Gobierno ha adoptado como parte de su política para reanimar al decaído campo.