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TOUR 2008 Los managers de los equipos se reunieron ayer en Pau para buscar un futuro positivo para el ciclismo y la carrera se reanuda hoy

Euskaltel y Caisse d'Epargne no pierden la moral tras la decepción del Tourmalet

Los mayores damnificados por la dura etapa del lunes compartieron hotel en una jornada de descanso que dedicaron a un leve entrenamiento y a recuperarse física y anímicamente tras las dos dosis de Pirineos.

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Joseba ITURRIA | PAU

Se suele decir que la fiesta va por barrios y en la jornada de descanso de Pau fue por hoteles. En el Novotel de Lescar han pasado estos tres días los equipos Saunier Duval y CSC, los grandes triunfadores de los Pirineos, donde ayer todo era felicidad.

De lo que manifestaron sus líderes destacó que Riccó admitiera que el lunes «pagué un poco el esfuerzo de mi fuga del día anterior. Tuve un momento malo, pero preferí seguir mi ritmo y al final pude estar con el grupo de favoritos. Seguiré día a día como hasta ahora. Me ha ido bien no tener el stress del Giro, en el que siempre tenía que estar adelante, aquí he rodado más tranquilo y es mejor así».

«Hemos dado dos jornadas de un gran espectáculo y mientras me respondan las piernas, seguiré atacando. ¿Ganar en Alpe d'Huez o un puesto en el podio? La etapa de Alpe d'Huez, sin duda. No me interesa un puesto de honor en la general. Sólo si se puede hacer alguna cosa para ganarlo. Si no, seguiré buscando etapas. Para el maillot de la montaña también está mi compañero De la Fuente y es algo que, si llega, vendrá solo porque no voy a esprintar en las cotas de tercera categoría», declaró.

En el Mercure, sito a las afueras de Pau, se encontraban los mayores damnificados de la subida al Tourmalet: el Euskaltel de Zubeldia y Samuel Sánchez, el Caisse d'Epargne de Valverde y Pereiro y el Lampre de Cunego.

En las ruedas prensa de Euskaltel y Caisse d'Epargne, sus líderes no citaron a Riccó entre sus favoritos -Pereiro y Valverde coincidieron al apuntar a Menchov, en primer lugar, y a Sastre, mientras que Astarloza se decantaba por Evans y Zubeldia citaba a los tres- y buscaron lecturas positivas y trasmitieron esperanza para al futuro.

Samuel Sánchez no se descarta

Así, Samuel Sánchez comentaba que «se pueden sacar dos lecturas de la etapa. Pasé por un momento malo en el Tourmalet y no pude entrar con el grupo bueno, pero los favoritos sólo subieron Hautacam quince segundos más rápido que yo. La pena que tengo es no empalmar en la bajada para subir Hautacam con los primeros. Pero estoy tranquilo porque puedo subir tan rápido como ellos. En la Vuelta estaba peor a estas alturas y al final hice podio. Hay que tener tranquilidad y maniobrar».

Por eso no descarta un buen puesto en la general porque «sólo fue un momento crítico en el Tourmalet. Todos pensábamos que íbamos a empalmar cuando los teníamos a pocos segundos, pero nos encontramos con Cancellara y Voigt, que iban como aviones, y nos vimos a tres minutos a pie de Hautacam. De lo que se trata es de mantener el nivel como he hecho en las últimas Vueltas, en las que yo no iba a más, pero los demás iban a menos. Vengo menos cargado de carreras que otra gente, puedo mantener mi nivel y que los demás bajen y conseguir ir para arriba y acercarme al triunfo de etapa y al cajón».

Mikel Astarloza también hacía una lectura positiva: «Hasta ahora me he encontrado muy bien en Pirineos. Se puede decir que no suele ser mi fuerte, los Alpes se me dan mejor, y este año he estado mejor de lo que esperaba en Pirineos. Estoy bien colocado y con ilusión de afrontar los Alpes, que es un terreno que se me da mejor, al ser puertos más tendidos y más largos».

El que no podía hacer una valoración positiva era Haimar Zubeldia, quinto de la pasada edición, que en Pirineos se ha quedado sin ninguna opción a una plaza de la general. El usurbildarra señalaba que «ya me he replanteado la carrera y tengo que afrontarla de otra manera. La general está descartada y tengo que buscar una victoria de etapa intentando filtrarme en las fugas y hay dos compañeros adelante en la general y ayudarles. En Pirineos no me he encontrado bien y a ver si le doy la vuelta. Queda más de la mitad del Tour y espero recuperarme».

El mánager del Euskaltel, Miguel Madariaga, lamentaba la caída de un corredor importante como Gorka Verdugo, que está muy tocado, y se mostraba satisfecho con el trabajo de su equipo en Pirineos, en especial para anular la fuga en la etapa de Bagneres de Bigorre. De cara al futuro hacía suyas las palabras de Samuel Sánchez: «Valorando lo que hemos encontrado en el Tour, tenemos que mantenernos. Si no retrocedemos nada vamos a hacer un gran Tour. Todavía queda tiempo. El equipo está muy bien y destaca mucho la unión que hay entre ellos. Si siguen unidos, al menos lo intentaremos, aunque una cosa es intentarlo y otra conseguirlo».

Madariaga compareció ante la prensa en un inciso en la reunión de mánagers de los equipos Pro Tour que tuvo lugar en un hotel cercano en Pau: «Si hoy no salimos reforzados esto no tiene solución», dijo ante una cita en la que buscaban luz para el futuro del ciclismo.

Unzue: «En tierra de nadie»

A esa reunión también acudió el mánager del Caisse d'Epargne, Eusebio Unzue, que señalaba que «queda el 70% del Tour con las tres etapas de montaña y la última crono y nos hemos quedado en tierra de nadie. Ni hemos perdido el tiempo suficiente para estar liberados del marcaje de los que disputan la general, pero sí es un tiempo demasiado importante como para pensar en la opción de podio. El objetivo del equipo tiene que ser ir a buscar etapas y luego, cuando lleguemos a los Alpes, veremos si hay una posibilidad de luchar por el podio».

El navarro añadía que «con lo que queda de Tour, estando bien, vamos a ver cosas espectaculares por la igualdad entre los mejores y porque los dos corredores más fuertes en la alta montaña no tienen un gran equipo. Vamos a intentar que esa pérdida de tiempo se convierta en una ventaja, aunque me temo que no les van a dar concesiones a Óscar, por sus precedentes, y a Alejandro porque está a cuatro minutos»..

Unzue hacía autocrítica y consideraba un error no haber tirado para impedir que Cancellara pasara por delante del pelotón el Tourmalet, clave en el descenso, y se daba por satisfecho con las dos etapas de su equipo y por el rendimiento dado en todo el Tour salvo el lunes.

Valverde señalaba que «el podio está más difícil que antes, pero la montaña acaba de empezar. Este año los Alpes son muy duros y estamos a una distancia que se puede perder más o recuperar. Igual que el lunes tuvimos un mal día, en los Alpes otro rival puede tenerlo y se pueden perder cinco o diez minutos fácilmente. Confianza tengo, fue sólo un momento de crisis porque luego en Hautacam lo subí con fuerza. Sigo estando bien y los Alpes siempre se me han dado mejor que los Pirineos. Espero coger motivación estos días, pensar que Alpes siempre se me han dado mejor y espero estar adelante».

Le preguntaron si prefería el podio o ganar dos etapas y dejaba claro que su objetivo en este Tour era subir al cajón y que no lo da por perdido: «Las dos cosas son importantes. Ya llevamos dos etapas y si conseguimos hacer el podio sería un Tour fenomenal del equipo».

Tampoco Óscar Pereiro arroja la toalla: «Cuando vimos que no empalmábamos en la bajada, y sabiendo que Cancellara estaba por delante, eres consciente de que se va la oportunidad de luchar con las mismas opciones, pero eso no quiere decir que estemos eliminados. Hay cuatro o cinco días para intentarlo y mi nombre va a estar por delante».

«Los favoritos se miran»

El único que estaba feliz en el hotel de los damnificados por los Pirineos fue Denis Menchov. El ruso afincado en Nafarroa estaba contento con su quinta posición a menos de un minuto del líder, y dejaba claro que en los Pirineos no ha forzado la máquina.

Así, cuando se le preguntaba quiénes son los principales rivales para ganar el Tour, comentaba que «la carrera está un poco loca, porque los favoritos no corren, siempre se están mirando unos a los otros y no puedo decir si el más fuerte es Evans o Sastre, y no descuides a Cobo. Nosotros sólo lo sabremos si podemos ir cuando arranquen los corredores de ese grupo que están a un buen nivel».

Así, sobre el ataque de Riccó en el Aspin, comentaba que «hizo una etapa muy buena, la ganó y no se le puede decir nada, es un ganador. Su arrancada fue impresionante en la televisión porque ningún favorito quiso moverse. Pero es que todos nos miramos. En Hautacam atacó y yo pude cogerle. Es como siempre, cuando uno destaca un día ya está fichado. Lo mismo ahora con Schleck, aunque yo pienso que Sastre es el hombre fuerte del CSC, y con Cobo, que han cogido un tiempo y ahora ya no se les puede dejar irse».

En toda la rueda de prensa mostró buen humor, confianza y seguridad en sí mismo y en sus compañeros: «Creo que tengo equipo, hay gente que está bastante bien, pero tenemos que aprovechar que hay otros equipos más fuertes en montaña interesados en hacer daño. Lo ideal es que otros controlen la carrera. Lo mejor es coger el maillot amarillo el último día».

Tras el descanso de ayer en Pau, el Tour se reanuda hoy con una etapa que llevará a los corredores de Lannemezan a Foix de 167 kilómetros, con un puerto de Primera a 57 de meta.

SAMUEL SÁNCHEZ

«En la Vuelta estaba peor a estas alturas y al final hice podio. Se trata de mantener mi nivel como en las últimas Vueltas, en las que yo no iba a más y los demás iban a menos. Vengo menos cargado que otra gente y espero acercarme al triunfo de etapa y al cajón».

euSEBIO UNZUE

«No hemos perdido el tiempo suficiente para estar liberados del marcaje de los que disputan la general, pero sí es demasiado importante como para pensar en la opción del podio. Nuestro objetivo debe ser buscar etapas y en Alpes se verá si hay opción de podio».

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