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«Con la línea que llevamos, tarde o temprano llegará la etapa seguro»

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Juanjo OROZ Corredor del EUSKALTEL-EUSKADI

Es el único vasco debutante en el Tour y reconoce que en los dos primeros días se ha sentido superado por la grandeza de la carrera. Desde ahí se ha visto bien y se ha quedado marcado por el paso por Pirineos. Recuerda que llevaba diez años sin faltar a la cita como aficionado y que verse este año en la otra parte del espectáculo y sentir el calor de su gente le hace sentirse más orgulloso de pertenecer a su equipo.

L a vida de Oroz ha cambiado mucho en menos de dos años, cuando su futuro profesional estaba en el aire al dejarlo Kaiku. Entonces llegó la llamada de Orbea, en junio de 2007 pasó a Euskaltel y en un año se ha hecho un hueco para ir al Tour.

Hace menos de dos años veía su futuro en el ciclismo difícil y ahora tiene un hueco en el Tour...

No pensaba que se acababa el ciclismo porque hice un año bonito, pero llegó una época en la que no salía equipo, no continuaba Kaiku y no veía una salida. Tuve la suerte de que se acordaron de mí la Fundación Euskadi y Álvaro González de Galdeano para correr en Orbea y mira donde estoy ahora. Debo agradecerles que en aquel mes de noviembre se acordaran de mí. Si no, no estaría aquí.

Desde entonces todo ha ido muy rápido porque hace poco más de un año estaba en Orbea y ha conseguido entrar en el equipo del Tour cuando más difícil era.

Fue justo en Alcobendas cuando me dijeron para pasar a Euskaltel después de la Vuelta a Asturias. Llevaba una buena temporada, he intentado dar continuidad a lo que hacía siempre. El secreto de esto es la constancia. En Orbea trabajaba de una manera, aquí igual y voy a seguir haciéndolo así en el futuro. Que tan rápido venga al Tour no es una cosa fácil, tienes que responder. Desde el primer día del año trabajamos lo mejor posible y en esa línea voy a seguir. No voy a cambiar un ápice y tras venir aquí con más moral todavía para el futuro.

¿Cuándo se ha visto en el nueve definitivo para el Tour?

No me lo he creído en ningún momento que iba a venir. Después de Dauphiné me dijeron cómo preparar el Tour y que descansara, pero hasta que no estaba en la salida de Brest no me veía aquí porque no es nada fácil meterte entre los nueve que estamos. Intentaremos aportar el máximo, de eso se trata. De que entre todos llevemos el nombre de Euskaltel Euskadi lo más alto posible. Días como los de los Pirineos te hacen sentirte orgulloso de ser un corredor de este equipo.

¿Qué es lo que le ha llamado la atención de su debut en el Tour?

Todo lo que mueve, su grandeza. Mueve unas masas de gente increíble en todas las etapas. Y la tensión de los primeros días es lo que más me llamó la atención. Te cuentan de todo y al final no te haces la idea hasta que estás aquí. Los dos primeros días me costó asimilarlo, me superó la situación del Tour, pero una vez pasadas esas etapas te das cuenta de que somos los mismos corredores, una carrera más y el mismo dolor de piernas y de que tienes que estar mentalizado así porque si no no haces nada aquí.

Pero seguro que lo que más le ha marcado es el paso por Pirineos...

Tenía ganas de ir a Pirineos. Llevaba unos diez años viniendo siempre a ver las etapas del Tour, primero con mis aitas y luego con mi novia, Josune Murillo, que también es ciclista. He estado muchos años animando y este año me ha tocado estar en el otro lado y he disfrutado un montón. Hay momentos muy especiales, ves a gente conocida o no, pero todos te animan y es una sensación muy bonita. Me ha pasado en las clásicas, que te animan mucho, pero no es como esto. El comportamiento de la afición vasca te hace mucha ilusión, me ha llenado mucho y me ha hecho sentirme orgulloso de pertenecer a este equipo.

¿En ese momento se siente que es distinto correr con el maillot de Kaiku o el del Euskaltel, que representas a todo un pueblo?

Son equipos diferentes. Kaiku era otro tipo de equipo con respecto a lo que es Euskaltel. Cada equipo tiene su momento.

¿Qué tal se ha visto en carrera?

Los primeros dos días me costó situarme, pero me he puesto las pilas y estoy intentando hacer nuestra labor en carrera, buscar nuestro sitio y a ver si estos días puedo ayudar a nuestros líderes e intentar aprovechar nuestras oportunidades de coger una escapada que llegue a la meta.

¿Se conforma con entrar en escapadas o se sueña con una etapa?

No hay que conformarse con nada aquí. Como dice Igor, aquí todos los días hay algo, salimos del autobús con las pilas puestas y cada etapa se plantea de una forma. Hay que ir día a día. No podemos pensar en la tercera semana. Ayer hemos descansado y hay que intentar hacerlo bien cada día.

¿Hasta ahora no ha salido el Tour como le gustaría al equipo?

Hay que tener un poco de paciencia. El Tour no ha terminado. Queda lo más duro, el equipo no está mal y este año, vaya como vaya la carrera, con una etapa se arregla todo. Piernas hay y ganas también porque el equipo está bien. Yo creo que este Tour va a salir bien y pediría confianza. Está claro que si empezamos a desesperarnos mal vamos. El equipo hace las cosas bien, pero el ciclismo no son matemáticas y en el deporte hay mucha competencia y mucho nivel. Con la línea que llevamos tarde o temprano llegará la victoria seguro. En teoría ahora va a haber muchas etapas para ello. Entre 200 corredores todo el mundo quiere coger las escapadas y es difícil, pero todos los días hemos estado ahí, quedan etapas y la conseguiremos.

¿Siente ansiedad en el equipo por lograr esa victoria de etapa que se resiste desde hace cinco años?.

Ganas claro que hay y eso es bueno, porque sabemos que en el equipo hay para ganar una etapa tranquilamente. Si no hubiera ganas o esa ansiedad sería porque no nos veríamos capaces de conseguirla. Pero al equipo lo veo capaz, hasta París quedan oportunidades y que no quepa la menor duda de que lo vamos a intentar y lo vamos a conseguir. Estamos en ello, quedan etapas y seguro que lo conseguiremos.

¿Cómo ve a Astarloza y a Samuel Sánchez tras los Pirineos?

Los veo a los dos muy bien. Samuel va a ir a más claramente como siempre y Mikel va a estar en su sitio seguro en los Alpes, que le van mejor. Con los dos corredores hay que ser ambiciosos y pediría confianza para ellos porque están haciendo las cosas muy bien y el Tour casi no ha hecho más que empezar.

¿Destacaría alguna anécdota de lo que ha visto en su primer Tour?

El otro día, en una etapa dura de salida, intenté coger la fuga en un puerto de Tercera en el que casi nos dejamos la vida para irnos ocho corredores y a los tres minutos apareció Kirchen solo y nos fastidió la escapada. Eso te demuestra lo que cuesta todo aquí.

Joseba ITURRIA

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