Tras el nombramiento de Josu Jon Imaz como nuevo director de Petronor, parece que queda confirmada la existencia de una verdadera ofensiva de calado político para imponer al pueblo la planta de coke. Este hecho no hace más que desenmascarar la clara connivencia entre los intereses de la empresa privada y nuestra mediocre clase política.

Seguimos comprobando la deslealtad de los representantes de lo público hacia aquellos a los que fueron llamados a defender. Convierten el mandato para el que fueron designados en un trato de favor hacia oscuros intereses privados. Lo hemos comprobado con la pleitesía hacía Petronor de alcaldes y concejales, de la consejera de Medio Ambiente Esther Larrañaga o de los líderes del PSE y EA, Patxi López y Unai Ziarreta. Pero el nombramiento del ex presidente del PNV, sr. Imaz, a la cabeza de Petronor raya el esperpento. Al flamante presidente de Petronor no se le ocurre otra cosa que marcarse como principal reto la imposición de la planta de coke con la grandilocuente declaración «voy a construir país desde Petronor». Palabras vanas. Todos sabemos que la refinería de Somorrostro es un proyecto privado para beneficio de sus accionistas que como podemos comprobar exhiben una codicia sin límites.

Desde el rechazo a la planta de coke vía imposición, desde la resistencia de los pueblos de Muskiz, Abanto-Zierbena, Ortuella, Zierbena, Galdames y el conjunto de la comarca, también nos hemos propuesto construir país. Un país habitable para no hipotecar el destino de las futuras generaciones donde prevalezca el derecho a la existencia en un entorno saludable. Para ello nos unimos y coordinamos en lo que denominamos la Coordinadora Anti-coke para remediar la negligencia de los políticos. Y sí, vamos a construir país contra aquello que amenaza nuestras vidas.