TOUR Nuevo escándalo de dopaje
Riccó es imputado aunque el italiano insiste en su inocencia
El corredor, despedido de Saunier junto a Leonardo Piepoli, queda en libertad con cargos y con la prohibición de relacionarse con otros integrantes del equipo
Amaia U. LASAGABASTER | DONOSTIA
«Volveré con más fuerzas que antes», aseguró ayer Riccardo Riccó al abandonar el Palacio de Justicia de Foix. El corredor viajó inmediatamente a Italia, donde aguardará el resultado del contraanálisis y estudiará los pasos a dar. «Pronto habrá noticias de mi abogado», anunció.
Y es que Riccó insiste en su inocencia. No lo tiene tan claro el fiscal Antoine Leroy, para el que el positivo por EPO detectado por la Agencia Francesa Antidopaje es suficiente para imputar al italiano un cargo de «uso de sustancias venenosas». Riccó, que se enfrentaría a una pena máxima de un año de cárcel, queda así en libertad con cargos y con una prohibición, la de reunirse con otros componentes de Saunier Duval.
Al contrario de lo que sucediera con Moisés Dueñas, la «Cobra» ha sido acusado de «uso», pero no de «tenencia de sustancias venenosas», después de que los registros efectuados la víspera por agentes de la Gendarmería en la habitación de su hotel y en el autobús de Saunier Duval resultase infructuosa. Según explicó Antoine Leroy, sí se habría hallado material médico, como jeringas o catéteres, aunque sin utilizar. Fuentes de la investigación aseguraron, asimismo, que también se le habrían incautado productos no prohibidos, pero que se pueden destinar a la ocultación del consumo de sustancias dopantes. «Sólo han encontrado vitaminas», aseguró, por su parte, Riccó. Vitaminas o no, los productos encontrados permiten a la Fiscalía abrir una investigación, pero no imputar al italiano cargos más amplios que el del consumo.
Imputación, por otra parte, basada exclusivamente en el positivo detectado en el control al que se sometió el corredor el pasado ocho de agosto, a la conclusión de la cuarta etapa del Tour, porque el corredor no ha admitido una sola acusación, pese a la «dura noche» de interrogatorios vivida en la comisaría de Pamiers. «Soy inocente, no me he dopado y quiero que se sepa cuanto antes el resultado del contraanálisis», aseguró también ante el fiscal, según explicó el abogado de Riccó.
Expulsados del equipo
Claro que, como bien puede explicar Iban Mayo, un resultado negativo del contraanálisis no tiene por qué traducirse en la exoneración del corredor.
La presunción de inocencia brilla por su ausencia en el mundo del ciclismo y un buen ejemplo puede ser la decisión adoptada ayer por Saunier Duval, que no sólo expulsaba a Riccardo Riccó, sin que el proceso haya llegado a su fin, sino también a Leonardo Piepoli, que ni siquiera ha dado positivo.
En un comunicado emitido por el equipo, Mauro Gianetti lamentaba «haber sido engañado por quienes no merecían la confianza depositada en ellos. Asimismo anuncia que ayer realizó personalmente las indagaciones pertinentes, resultado de las cuales ha perdido toda confianza, no sólo en las actuaciones de Riccardo Riccó, sino también de Leonardo Piepoli por la violación del código ético del equipo. Consecuentemente, ha decidido rescindir de inmediato la relación contractual con ambos». Gianetti, que explicaba que «el propio Riccó juró delante de mí sobre la cabeza de su madre que jamás habría recurrido a ninguna práctica ilícita para mejorar su rendimiento», considera al equipo víctima «de la irresponsabilidad de quienes, con la detestable intención de mejorar su rendimiento, ponen en riesgo las inversiones de los patrocinadores y el puesto laboral de decenas de honestos trabajadores», concluyó.
Parece cada vez más probable, de hecho, que Saunier Duval «abandone el patrocinio ciclista», según adelantó ayer Thierry Leroy, director general de la empresa propietaria de esta firma. «Decepcionado y enfadado», Leroy se mostró incluso dispuesto a emprender acciones legales contra los dirigentes del equipo ciclista si llega a confirmarse un caso de dopaje organizado dentro del mismo.
Riccó aguarda el resultado del contraanálisis y se muestra dispuesto a plantar batalla para demostrar su inocencia, aunque casos como el de Iban Mayo demuestran que un negativo en la segunda muestra puede no resultar suficiente.
El equipo, que cesó su actividad de forma provisional nada más conocerse el positivo, expulsó ayer a Riccó y a Piepoli. Además, la firma Saunier Duval plantea la posibilidad de retirar su patrocinio e incluso de demandar al equipo en caso de que se confirme un caso de dopaje organizado.