El jefe de la diplomacia de la UE Javier Solana se reunirá hoy en Ginebra con el negociador iraní para la cuestión nuclear, Said Jalili. Por primera vez en estos dos años de conversaciones, junto a Solana estarán un representante de cada uno de los seis países implicados: Estado francés, Alemania, Gran Bretaña, Rusia, China y Estados Unidos, que contra todo pronóstico enviará al número tres del Departamento de Estado, William Burns.

Su presencia supone un cambio notorio en la estrategia de Washington. Hasta la fecha, siempre había puesto como condición previa para su participación en las negociaciones multilaterales con Irán la suspensión del programa de enriquecimiento de uranio.

Tras este gesto por parte de Estados Unidos, el responsable de la diplomacia iraní, Manouchehr Mottaki anunció que están estudiando una petición de Estados Unidos para abrir una oficina diplomática en el país asiático. Teherán y Washington rompieron sus relaciones diplomáticas en 1980.

Por su parte, Jalili resaltó el avance que supone la presencia estadounidense aunque «lo que verdaderamente nos importa es el contenido y enfoque de los debates. Si van con un planteamiento constructivo y se abstienen de los errores del pasado, tendremos debates positivos».