Las autoridades rusas estudian el envío a Cuba de bombarderos estratégicos en respuesta al emplazamiento por parte de Estados Unidos del escudo antimisiles en la República Checa y Polonia.

«Mientras ellos despliegan sistemas antimisiles, nuestros aviones estratégicos de largo alcance ya aterrizan en Cuba», afirmó una fuente de alto nivel al diario «Izvestia», cercano al Kremlin.

Un alto oficial del Estado Mayor de la Aviación Estratégica de Rusia admitió que el asunto se está barajando. «No pasa del plano de las conversaciones, pero tampoco puedo decir que no exista absolutamente nada real detrás de ellas», advirtió.

Leonid Ivashov, ex alto cargo del Ministerio de Defensa ruso y hoy día experto en geopolítica, señaló que la infraestructura existente en Cuba, a sólo 180 kilómetros de la costa estadounidense, podría usarse no como base permanente sino como «aeródromos auxiliares o de reabastecimiento».

En octubre de 1962, la isla ya fue protagonista de la Crisis de los Misiles, desatada cuando Estados Unidos detectó que la URSS había construido silos para misiles en Cuba y que los buques con los propios proyectiles ya se dirigían a la isla.

Tras intesos doce días, Moscú retiró los misiles a cambio del compromiso de EEUU de no invadir Cuba. Esta iniciativa del entonces presidente ruso, Nikita Kruschev, era la respuesta a la instalación de misiles estadounidensen en Turquía, que también fueron retirados.

El ahora primer ministro, Vladimir Putin, comparó las diferencias actuales entre Washington y Moscú por la instalación del escudo antimisiles en la República Checa y Polonia con la crisis de 1962. Subrayó que aquellos hechos no deberían de repetirse porque «Estados Unidos ya no es un enemigo, sino un socio».

El presidente, Dmitri Medvedev, ha afirmado en repetidas ocasiones que Rusia tomará medidas en caso del despliegue del citado escudo.