El Gobierno de Mali y la Alianza Democrática para el Cambio, (ADC), representantes de la rebelión tuareg, llegaron ayer a un acuerdo de cese de hostilidades tras tres días de diálogo. Las conversaciones, que se han celebrado en Argelia, tenían como objetivo poner fin a la escalada de violencia en la región de Kidal.

El acuerdo se alcanzó a pesar de que el sábado un grupo de rebeldes tuareg secuestraron a tres policías tras atacar un puesto policial. Los autores del secuestro pedían «la liberación de los tuareg retenidos por el ejército maliense», aunque finalmente los policías secuestrados fueron puestos en libertad.

Los tuareg de la región de Kidal, en el norte de Mali, comenzaron se alzaron en armas en mayo de 2006 en protesta por el deterioro de la situación económica de la zona y para denunciar su abandono por parte de las autoridades de Bamako.