Antonio Alvarez-Solís Periodista
El Sr. López camina sobre las aguas
Alvarez-Solís, en este artículo dirigido a Patxi López, desgrana las múltiples incongruencias del discurso unionista en Euskal Herria. Dado que ese discurso y la realidad que impone su partido desde Madrid no concuerdan, Alvarez-Solís se pregunta si López «está ungido o hace trampas». Vistos los hechos y el análisis, la respuesta parece evidente.
Señor Patxi López, me gustaría que usted estimase este humilde papel -si se sirve leerlo- como una sencilla aportación desde la calle por parte de un ciudadano al que no le queda otra cosa más que el pensamiento, tan peligroso en España. Escribo sin lazo alguno con el poder, que es hoy un ente asomado al balcón en espera del alborotado día del orgullo gay o de otros acontecimientos por el estilo en que ha volcado el Sr. Zapatero su anhelo de libertades. El poder es ya un espectáculo teatral. Se trata, pues, de solicitar a usted algunas claridades respecto a sus últimas declaraciones, que creo se han enredado como las algas cuando se desmelenan con las mareas. Por ejemplo, ha dicho usted con determinación que es «absolutamente mentira que el Gobierno español haya suspendido la autonomía vasca» -como acusa el lehendakari- al suspender, previamente a la intervención del Tribunal Constitucional, la ley aprobada en el Parlamento de Gasteiz sobre la consulta popular.
Mire usted, Sr. López: hay dos matices dialécticos que conviene establecer a fin de que sus palabras resulten transparentes. El primero de los matices es que una autonomía a la que despojan de sus decisiones queda hecha unos zorros. Es decir, que si no está suspendida la están volviendo imposible. El segundo de los matices que cabe subrayar es que un gobierno que se tiene por democrático no violenta la decisión de un tribunal con medidas inductoras e insidiosas que señalen con energía a los magistrados que lo forman el camino que deben seguir. Tal proceder constituye obviamente una repudiable intromisión dictatorial hasta para los jueces españoles. Acláreme si todo esto que ve un modesto contribuyente es correcto o no. Pero le ruego que la aclaración no la dirija al Sr. Ibarretxe, como suele, puesto que nuestra democracia está reducida ya a una democracia de aparatos partidarios, mientras en la calle esperamos, como única ambición, a que no nos suban otra vez la luz.
Pero hay más, Sr. López. Verá... Usted, de acuerdo con su cartilla madrileña respecto al Sr. Ibarretxe, añade en esas declaraciones que me tienen insomne, que «no se ha suspendido la autonomía y que no se va a suspender ninguna de las prestaciones de servicios que hay en este país gracias al autogobierno». Habla usted como un magnífico gobernador civil durante un homenaje a los ganadores de la flor natural. Ahora bien, hecha la genérica aclaración anterior en torno a los consolidados frutos de la autonomía -«gracias al autogobierno», o sea, a más autogobierno más beneficios- usted añade una frase que no encaja en su afirmación. Subraya que «el único que está suspendiendo la autonomía o los instrumentos que nos da el autogobierno es el Ejecutivo del Sr. Ibarretxe, que no los utiliza para generar el bienestar». Es decir que, si he entendido bien, la autonomía vasca ya no produce bienestar, de lo que deduzco que el Sr. Ibarretxe, que gobierna hace ya bastantes años, ha dejado a Euskadi en estado lastimoso, cosa que no cuadra con esa visión espléndida que tiene usted de la presente autonomía vasca y de sus frutos. Vamos a ver: ¿hay frutos notables o no los hay? Es notable su advertencia de que la autonomía vasca es magnífica aunque no sirva para nada.
Por último echa usted mano del Sr. Azkuna, que hay días que se levanta de entretiempo, y aprovecha aquellas palabras suyas de que el lehendakari se ha dado contra la pared, para añadir por su cuenta que el Sr. Ibarretxe no ha sabido leer ni interpretar lo que los ciudadanos han venido diciendo desde el año 2003, en que el PNV empezó un claro declive en el número de votos. Pues mire, yo no veo tan claro que la pérdida de votos del PNV se deba a que muchos peneuvistas renieguen de la consulta sino a que desean posiblemente que el PNV sea más compacto en la defensa de la misma. Quizá la gente no se va del PNV para amarrar en puerto socialista sino que se ha declarado en flotación libre ante un partido que ha defraudado no por mucho sino por poco. Esos ciudadanos quizá emigraran a un nacionalismo más verdadero si no temieran a ciertos fantasmas de dormitorio y a la eyección hacia el silencio.
Resumamos. Estimo, Sr. López, que en el mar de las ideas no se puede andar sobre las aguas sino que hay que apoyar el pie en fondo sólido. Me parece que usted sobrevalora su posibilidad de imitar a Cristo, pero nosotros no podemos caminar sobre la lámina líquida a no ser que falsifiquemos el milagro y hagamos que la sandalia aproveche subrepticiamente las piedras que los testigos de la orilla no aciertan a ver. Ahora queda por comprobar si usted está ungido o hace trampas. No me gustaría esto último. Vivimos desde hace siglos en España esperando acciones prodigiosas y así, de aparición en aparición, hemos pasado de Santiago Apóstol a los Sres. Aznar y Zapatero, que han aprovechado la favorable tarifa nocturna para iluminar su aura. Por cierto, me han dicho que esa benéfica tarifa va a ser anulada por el Gobierno socialista, que se atreve a hacer, al amparo de su denominación ideológica, lo que no se atreven a consumar tan expeditivamente los otros. ¡Cuánto me gustaría que en vez de construir frentes antiterroristas y otras armazones moralmente sospechosas no se decidieran por un pacto para bajarnos los precios!
¿Y qué dicen los ciudadanos de tanta carrera desatentada de los tribunales para penar atropelladamente, cuando están llamados a proceder con serenidad y altura jurídica? Pues esos ciudadanos aplauden en España y sufren en Euskadi. El Imperio y la colonia.
Todo es un disparate. Vea, vea... Como el Gobierno ha acelerado la situación anticipando por su cuenta las condenas, el Tribunal Constitucional ha decidido quedarse sin veraneo y aplicar todas las horas del día a invalidar la consulta vasca e ilegalizar a EHAK y ANV. Es más, parece que los jueces que integran tan alta institución van a declarar laborable la mismísima festividad de Santiago, ejemplo vivo de cómo el poder celestial puede intervenir en la batalla mediante el milagro. Los Santos, cuando se hacen españoles, son como Pío Moa y siempre se pasan a la derecha. Claro que el trabajo no será duro, ya que el Gobierno del Sr. Zapatero ha adelantado el final. Ahora no hace falta más que redactar los «resultandos» y los «considerandos» para dejarlo todo en marcha. ¿Por qué la Real Academia Española no habrá eliminado el gerundio?
Llegaremos, pues, a las próximas elecciones con dos partidos menos en Euskadi, pero el que quiera aún tiene ante si un abanico nutrido de formaciones y puede elegir sin ninguna clase de dificultad. Total que más da votar a unos u otros si el Gobierno de Madrid tiene clara su misión sagrada. Ciudadanos quisquillosos posiblemente aleguen que tanta diligencia en proceder desde el estrado bien podría emplearse en disminuir los miles de casos que están amontonados en audiencias y juzgados, pero ya se sabe, y lo digo sin reticencia alguna, que un homicidio o una violación pueden esperar. Es más, para eso existe la elástica prisión preventiva. Ni el muerto va a quejarse de una manera audible ni la violada dejará de estarlo por más que el violador permanezca olvidado en una celda o en un legajo, cuando no en la calle. El verano es el verano. Hay unas víctimas que son de la violencia y, otras, que las ha producido irremediablemente la vida y ante las cuales ha de resignarse hasta el Gobierno. Pero, sobre todo, no hablemos de Euskadi ¡Ahora sí que me duele España! Claro que ese agudo dolor depende sustancialmente del sector anatómico en que nos den.