PERFIL | Radovan KARADZIC
El bardo de la masacre contra la población de Bosnia-Herzegovina
Si Slobodan Milosevic fue considerado como el diseñador de la estrategia panserbia tras la desintegración de Yugoslavia, Radovan Karadzic (y Ratko Mladic) fueron los ejecutores sobre el terreno de la limpieza étnica desatada en Bosnia-Herzegovina.
Josu JUARISTI
Hoy, el recuerdo de aquella brutal contienda (1992-1995) parece haber quedado restringido casi a lo sucedido en Srebrenica, donde, tras un largo asedio, las fuerzas serbias ejecutaban a cerca de 8.000 bosnios, la mayoría hombres en «edad de combatir».
Pero la guerra en Bosnia-Herzegovina fue mucho más. La mayoría de las fuentes coinciden en que murieron unas 200.000 personas, la mayoría bosnios, en una guerra que tuvo al menos dos vertientes: una primera de agresión serbia y una segunda de guerra total, con los serbios empujando en el norte, este y oeste, y los croatas tratando de arrebatar Herzegovina a los bosnios tras un primer momento de resistencia conjunta. Hubo, además, muchísimos más heridos, mutilados de guerra, desaparecidos... y miles de mujeres bosnias violadas como parte de la estrategia de limpieza étnica.
Todo eso, y más, saldrá en el juicio al que el Tribunal de La Haya someterá a Radovan Karadzic.
De profesión, siquiatra
El ex presidente serbio-bosnio, siquiatra de profesión en Sarajevo y, según decían sus íntimos, poeta de vocación, será acusado de genocidio, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra, así como del asedio a Sarajevo, que duró 43 meses ante la absoluta inoperancia y pasividad internacional. La Unión Europea ni hizo nada, ni fue capaz de presionar a Belgrado para detener sus ofensivas y asedios. De la ONU prácticamente no se tuvieron noticias, y los pocos «cascos azules» desplegados sobre el terreno apenas pudieron hacer nada; sus mandos, eso sí, ofrecían ruedas de prensa diarias en la adriática y croata Split para explicar, sobre un mapa, la situación en las líneas del frente.
Karadzic nació el 19 de junio de 1945 en la localidad montenegrina de Petnjica. Su padre fue encarcelado acusado de haber formado parte del movimiento panserbio Tchetnik, que combatió contra la ocupación nazi pero también, al principio, contra el Gobierno de Tito. A las fjuerzas serbias que combatían en Bosnia-Herzegovina se les conocía, de hecho, como los tchetniks.
Trabajó como siquiatra en Sarajevo en los sesenta. Al igual que su mentor, Milosevic, luchó para que los territorios poblados -mayoritariamente o no- por serbios entraran a formar parte de la Gran Serbia. Resultado de esa política fue lo ocurrido en Bosnia, donde al número de muertos y heridos se sumó el de desplazados y refugiados, más de un millón.
Tras los Acuerdos de Dayton, donde Estados Unidos y la Unión Europea forzaron el fin de las hostilidades precisamente cuando peor lo estaban pasando las tropas serbias, que cedían terreno a marchas forzadas frente al empuje de las milicias bosnias, cada vez mejor armadas, Karadzic obtuvo «su» república, la República Srspka, que junto con la federación formada por croatas y bosnios aún mantiene más desunida que unida una precaria Bosnia.
Pero su figura estaba ya «quemada», y Milosevic le ordenó pasar al ostracismo. Se ocultó en algún lugar de Serbia (o en la República Srspka) y así ha pasado los últimos doce años, beneficiándose de la protección policial serbia y siempre rodeado de su guardia personal.