El Tour en los Alpes
«Quiero decir que estuve en el equipo que ganó un Tour»
Jens VOIGT
Corredor del CSC-SAXO BANK
Joseba ITURRIA | JAUSIERS
¿Qué supone para usted tener el amarillo en el equipo?
Es positivo para todo el mundo. Todos queremos tener responsabilidades en todos los aspectos. Tenemos un equipo fuerte y dos buenos líderes y no vamos a dejar pasar la responsabilidad. El amarillo nos da más motivación y confianza y debemos concentrarnos en la carrera.
¿Le ha alegrado especialmente el liderato de Frank Schleck?
Estoy contento porque es un buen amigo, he estado en su casa y es muy agradable y generoso. Puede agradecerte en un día diez o veinte veces tu trabajo. Está muy contento y es un buen chico.
Claro que no les vale con defender y tienen que atacar...
No es un gran secreto que Menchov y Evans son mejores contrarrelojistas y que están a poco tiempo. Vamos a intentar ganar en Alpe d'Huez el máximo posible, aunque no puedo decir cuánto será necesario. Lo ideal sería tener cinco minutos, pueden bastar dos, quizás con 1.30... Frank y Sastre son dos buenos líderes y están muy bien, pero no soy Albert Einstein para predecir qué va a pasar.
¿Cuál es la mejor baza del CSC?
No sé quién es el más fuerte de los dos, ni quién será el líder del equipo. La mejor forma de solucionarlo es que los dos vayan juntos hasta Alpe d'Huez, como Lemond e Hinault en su día, y que demuestren quién es el más fuerte. Es el escenario perfecto. Si no, creo que habrá un momento en el que tomar decisiones.
Les apoya el mejor equipo...
Somos uno de los equipos más fuertes, estamos bien representados en el plano y en la alta montaña tenemos tres grandísimos escaladores. Esperamos que entre todos podamos llevarles en París a lo más alto.
En el Tour el CSC se ha limitado a trabajar para sus líderes...
Ése es mi único objetivo. Este año he ganado una etapa en el Giro, pero aquí al Tour todos hemos venido con un solo objetivo: ganar el maillot amarillo. En todo el Tour no he atacado ninguna vez. Mi rol es diferente. Sólo quiero ganar un maillot amarillo con un corredor nuestro. Es mi undécimo Tour, en los diez anteriores he ganado dos etapas, he vestido el maillot amarillo, he hecho cosas diferentes y he pasado diez años muy buenos, con mucha libertad. Ahora cambia. Nunca he ganado el Tour y ése es mi único objetivo. Es como si ganas la Champions. El defensor, aunque no mete goles, también la gana. Quiero decir que he formado parte del equipo que ganó un Tour. Es lo que me falta en mi palmarés.
Destacó su labor en el Tourmalet, al tirar en la subida y la bajada que seleccionó el grupo.
Este año mi rol en el equipo ha cambiado. Ya no soy un corredor atacante, sino que tengo que estar en la montaña para ayudar a Carlos y a Frank. He intentado hacer mi trabajo, este año he mejorado en la montaña y ese día teníamos un plan sofisticado y todo salió muy bien. Un antiguo estratega decía que para ganar una guerra lo primero era tener un buen plan. Ese día lo teníamos y salió perfectamente y casi cogimos el maillot amarillo que llegó en Prato Nevoso, donde el plan era más simple, se trataba de meter presión y rodar lo más rápido posible en los últimos kilómetros.
Ganó la pasada Vuelta a Alemania en un puerto de categoría especial. ¿Se ha dado cuenta tarde de que es un buen escalador?
Cuanto más viejo soy, voy mejor en la alta montaña. No hay razones por las que pueda explicar esto. Creo que se trata de sufrir. No me relajo jamás. Si veo otro corredor a mi lado que no se queda, yo tampoco debo quedarme. Es una buena mentalidad. Soy un buen corredor, pero no estoy hecho para ganar el Tour porque siempre fallo uno o dos días. En el Tourmalet estaba al nivel de los mejores, pero otro día me quedé de los primeros. Sí creo que puedo disputar carreras de una semana u ocho días.
¿Hasta cuándo podrá rendir a ese gran nivel?
Voy a cumplir 37 años, tengo uno más de contrato y espero seguir por lo menos hasta 2010, como Iñigo Cuesta, que tiene 39 y marcha muy bien.
En CSC siempre destacan el buen ambiente entre ustedes...
En nuestro equipo tenemos buen ambiente siempre. Nuestro staff siempre ha buscado eso desde la concentración que hacemos todos los años en diciembre para unirnos más. Es muy importante el espíritu de un equipo. El Tour no es sólo una carrera, es una gran aventura y si no la afrontas como una familia, estás perdido. No basta con tener dinero y buenos corredores, es necesario formar una buena familia y ésa es nuestra ventaja sobre los demás.
¿Y usted es clave en ello por su carácter positivo y su humor?
Soy el más viejo del equipo, el más experimentado y mi rol es el de ayudar, vigilar las escapadas, llevarles bidones, ayudarles a colocarse bien a los dos líderes... Y también es importante levantar la moral del equipo y para eso hay que hacer bromas de tiempo en tiempo. Para mí es fácil cumplir ese papel porque por naturaleza soy positivo, tengo buen humor y siempre encuentro algún motivo para hacer una broma o sonreír. Tengo cinco hijos y cuando tienes tantos en una sola casa tienes que hacer algo para que todo el mundo se ría. Si no eres capaz de mantener un buen ambiente con cinco hijos es un caos. Siempre tienes que soltar alguna broma para que todos sonrían. Pues en un equipo es parecido.