El desalojo definitivo de la Casa de los Maestros de Trintxerpe se produjo ayer a las 15.00. El proceso de desalojo comenzó el lunes por la mañana, fecha que el Pleno de la localidad acordó como límite para ese proceso. Sin embargo, algunos de los vecinos que aún habitaban en las viviendas interpusieron una denuncia contra esta medida e hicieron parar los trabajos.

Los trabajadores volvieron ayer por la mañana con el objeto de proseguir con el desalojo. Los vecinos y vecinas de las viviendas volvieron a exigir la paralización de los trabajos, lo que provocó «una discusión entre vecinos y los trabajadores municipales y los concejales» que se acercaron hasta el lugar. A primera hora de la tarde, con la presencia de agentes de la Ertzaintza, los policías municipales ejecutaron la orden, y sacaron de sus viviendas a las personas que se encontraban en el interior.

Las personas que habitaban en las citadas viviendas han exigido «su derecho al realojo» y han criticado la actuación del Ayuntamiento de Pasaia, «porque ha mostrado poca voluntad para negociar con el Gobierno Vasco». En este sentido, han hecho mención de la «situación precaria que sufren algunos de los vecinos».

Por su parte, la alcaldesa de Pasaia, Maider Ziganda, manifestó ayer que el desalojo y ampliación de la escuela fueron aprobados en pleno y que han estado en contacto con los vecinos y que «se les ha dado información» al respecto.

Recordó, además, que en todo momento el Ayuntamiento ha cumplido con todos los trámites y pasos que han de darse en este proceso: «Las personas que viven en estas casas conocían los plazos, se ha dado la opción de presentar alegaciones, y se ha respondido a las alegaciones».

En su opinión, el Ayuntamiento no puede esperar más, porque, «estos trabajos han de realizarse en verano, cuando los menores se encuentran de vacaciones».

En relación con el derecho al realojo, afirmó que «los servicios jurídicos del Ayuntamiento han analizado el caso y han determinado que no tienen derecho al realojo; es un bien público y ninguna de las personas que lo habitan tienen ningún título; lo único que se hace ahora es cambiar su utilidad, porque la escuela está en una mala situación y lo necesita».

En torno a las críticas que han realizado los vecinos, afirmó que desde el Ayuntamiento «comparten el derecho a la vivienda; pero de todos, de todos los pasaitarras».