Caja Navarra ha cerrado el primer semestre de 2008 con un beneficio neto de 100,3 millones de euros, cifra que representa un aumento del 11,4% con respecto al primer semestre de 2007. El resultado neto consolidado del grupo recoge un incremento del 12,1%, hasta los 112,7 millones de euros. La entidad financiera señaló que el crecimiento equilibrado del crédito a la clientela y de los depósitos, en el entorno ambos del 15%, «es lo que mejor define el negocio registrado en los primeros seis meses del año». El volumen de negocio se sitúa en los 29.611 millones de euros, con un incremento interanual del 13,6%.

El crédito a la clientela creció en el primer semestre un 15,5% respecto a junio de 2007, hasta alcanzar los 13.217 millones de euros. Destaca el crecimiento de empresas industriales y de servicios en un 38,52%, hasta los 3.229 millones de euros, y el crédito al consumo, que crece un 27,81%. En cambio, la financiación de vivienda, que hace un año se anotaba incrementos del 20%, aumenta en este semestre un 6%, lo que refleja la ralentización del crédito hipotecario, aunque la exposición al riesgo de promoción por parte de Caja Navarra es una de las más bajas del sector y sólo representa el 13% del total de la inversión crediticia, según la entidad.

La tasa de morosidad experimenta un ligero incremento y se sitúa en el 0,99%, frente al 0,86% de marzo de 2008, aunque sigue estando muy por debajo de la media del sector de cajas de ahorros, que es del 1,78%, según datos de CECA. Por su parte, los depósitos de la clientela alcanzan los 13.970 millones de euros, con un incremento interanual del 15,9%, fundamentado en el crecimiento del pasivo en particulares tanto en cuentas a la vista (14,16%) como a plazo (28,51%).