El Senado aprobó ayer la ley que contempla la inmunidad para los cuatro cargos más importantes del Estado, entre ellos el primer ministro de la República, Silvio Berlusconi, y que ha sido calificada por la oposición como una norma hecha a medida para salvar al presidente del Gobierno de sus problemas con la Justicia y un «privilegio» que rompe con la igualdad de los ciudadanos ante la Ley, que recoge la Constitución.

Doce días después de que la Cámara de Diputados diera el sí al proyecto de ley, ayer el Senado lo convirtió en ley.

Esta norma, que concede inmunidad durante los años de su mandato también a los presidentes de la República, la Cámara Alta y del Senado, deja en suspenso el proceso en curso en Milán contra Berlusconi.