El recontraespionaje se reactiva tras el 11-S
«Superagente 86 de película»
La mítica teleserie llega a la gran pantalla con los medios que nunca tuvo, convertida en una espectacular comedia de acción en la que la sátira sobre el mundo de los servicios secretos ha sido convenientemente actualizada, con alusiones incluidas a la situación posterior a los atentados del 11-S. Los personajes siguen siendo los mismos, con Steve Carell y Anna Hathaway formando una carismática pareja estelar, en lugar de Don Adams y Barbara Feldon.
Mikel INSAUSTI | DONOSTIA
Cada vez que una vieja serie de televisión es llevada a la pantalla de cine surgen dudas sobre la validez de este tipo de operaciones, aunque si se siguen haciendo tales adaptaciones es porque económicamente funcionan. Esas teleseries del pasado se editan en DVD al completo, por lo que los aficionados tienen oportunidad de conocerlas tal como se hicieron. Las nuevas generaciones de espectadores, si así lo desean, pueden conocer la versión original, e incluso compararla con la nueva. Pero la mayoría se conforma con ver clips sueltos en YouTube, sin ver lo que es un capítulo entero, y no digamos ya una temporada. Esta es la razón por la cual se acaba imponiendo la actualización estrenada en las salas cinematográficas, quedando las comparaciones entre lo de antes y lo de ahora para los críticos con edad o memoria. La crítica siempre va a preferir el original por principio y «Superagente 86 de película» no es una excepción, independientemente de los resultados arrojados en taquilla, que son bastante buenos. La película ya ha recuperado la inversión inicial, sólo en el mercado norteamericano, con un presupuesto que se ha elevado a los 80 millones de dólares, una cantidad muy alta para una comedia, teniendo en cuenta que la producción televisiva suplía la escasez de medios a base de inventiva.
Los tiempos cambian y las aventuras de Maxwell Smart dan hoy lugar a una comedia de acción, lo que obliga a que la espectacularidad de las escenas de persecuciones y demás sean como las de cualquier superproducción que se precie. Es una evolución lógica, puesto que el humor absurdo que caracterizó al genuino Superagente 86 no puede sorprender como lo hizo hace cuarenta años. Los guionistas no han querido limitarse a repetir los gags cómicos creados antaño por Mel Brooks y Buck Henry, pero los personajes y su forma de comportarse siguen siendo iguales. Los productores mantienen que han estado en contacto con la veterana pareja de creadores, pero lo cierto es que ninguno de los dos figuran en los créditos. Se dice que Mel Brooks fue consultado, y que declinó la oferta de colaboración debido a que debía supervisar la adaptación música para Broadway de «El jovencito Frankenstein», que no ha sido muy bien recibida, y ya se sabe que de un tiempo a esta parte cuando algún espectáculo no funciona se le echa la culpa a la crisis. Presentes o no, sus ideas siguen ahí, toda vez que los geniales «gadgets» como el zapatófono o el cono del silencio forman parte de la cultura popular y resultan ineludibles, lo mismo que la sintonía de Ivan Szathmary, que el nuevo compositor Trevor Rabin ha debido tener muy presente a la ahora de hacer los arreglos musicales de la banda sonora.
Actores sustitutos
Lo más complicado para «Superagente 86 de película» era encontrar unos intérpretes capaces de sustituir a los originales de forma no traumática, y, de momento, no ha habido ninguna respuesta airada, que se sepa, por parte de los fans de la serie. Hay que aceptar que los principales actores que empezaron en el programa en 1.965 ya no están vivos, y, entre ellos, algunos de los más adorados, como el Edward Platt que hacía del Jefe o el Victor French recordado siempre por su papel del Agente 44. El propio Don Adams hizo sucesivos intentos en los 80 y los 90 por reactivar la fórmula, tanto en la pequeña como en la gran pantalla, cosechando sendos fracasos. Adams había envejecido mal como Superagente 86, tal vez no tanto la compañera Barbara Feldon en el rol de 99, así que su caracterización reclamaba en los últimos años otro rostro en vista de que la pareja ya no resultaba igual de convincente.
En el casting de «Superagente 86 de película» ha estado el mayor acierto, puesto que nadie tan adecuados para relevar a Don Adams y Barbara Feldon, dentro del Hollywood actual, como Steve Carell y Anne Hathaway. Forman una pareja de comedia ideal, tanto, que está cantando que van a repetir en una continuación, máxime a sabiendas de que la película ha funcionado comercialmente y va camino de convertirse en una franquicia segura. Carell viene demostrando su talento cómico desde los comienzos televisivos y Hathaway, sin ser una humorista, se ha defendido bien en la variante romántica del género, con lo que pasa por ser un perfecto complemento y guía para el más que desastroso e incompetente protagonista.
En origen el personaje de Maxwell Smart nació como una parodia de James Bond, y de ahí el empeño en esconder su identidad bajo una numeración. Es, por tanto, un antihéroe destinado a la desmitificación del entrenador personal enrolado en los servicios secretos. Actuaba en plena Guerra Fría de forma concienciadora, al recordar que el ser humano no es infalible, y que la seguridad internacional está puesta en manos de personas susceptibles de cometer errores. La exageración lo hacía divertido, por cuanto el superagente 86 estaba constantemente metiendo la pata, lo que no le impedía acabar resolviendo las misiones. El hecho de que alguien tan torpe terminara siendo condecorado era toda una ironía, a la vez que confirmaba la sospecha de que en el mundo del espionaje nada es lo que parece, menos aún en el del recontraespionaje.
Recuperación
La nueva aventura recoge fielmente el testigo del humor conceptual a la hora de hacer progresar, entre carcajadas, la peligrosidad potencial de 86. El argumento retoma el germen del histórico programa piloto que, a su vez, dio cauce a la serie. Por ello explica que Smart no es más que un vulgar funcionario de la Agencia, que en la ficción no es la CIA, sino CONTROL, del mismo modo que su enemigo no es la KGB, sino KAOS. Un ataque de la organización rival deja el cuartel bajo mínimos, por lo que nuestro chupatintas habrá de convertirse en hombre de acción. La innovación consiste en que el protagonista tiene ahora a quien parecerse, un competidor que representa con el número 23 al agente musculoso y viril que él no es. La divertida caracterización la asume Dwayne Johnson, más conocido como La Roca, un luchador al lado del cual Steve Carell queda como un debilucho. Se verá obligado a compartir operaciones con el gigantón, como la que transcurre en un avión donde un pasajero es simplemente sospechoso por su aspecto árabe, en referencia al 11-S.
Anne Hathaway tiene mucho mérito, porque no es una actriz de comedia y se está haciendo un sitio en el género a base de talento y gracia naturales. En «El diablo viste de Prada» hizo una primera aproximación, más allá de las películas familiares con las que comenzó su carrera, mostrando una prometedora vis cómica. Judd Apatow, el nuevo rey de la comedia en Hollywood, quiso contar con ella para «Lío embarazoso», pero no se atrevió con el papel de parturienta debido a que no tenía la suficiente experiencia en lo que a la maternidad correspondía. La ayuda de Steve Carell le ha sido muy útil para dar el paso definitivo y juntos hacen una pareja de lo más divertida y seductora. Su compañero en «Superagente 86 de película» es ya un actor cómico consagrado, que en su día también necesitó un empujón para dar el salto a la gran pantalla, el que le dió su colega televisivo Will Ferrell. Fue, como no, el omnipresente Apatow quien le lanzó a la fama con «Virgen a los 40», a la que han seguido otras comedias de éxito como «Pequeña Miss Sunshine» o «Como la vida misma».
M. I.
El director Peter Segal reconoce que enfocó el trabajo como fan del que califica «programa icono de la década de los 60, un auténtico clásico y uno de mis favoritos». El productor Charles Roí añade, asimismo, que más que recrearlo buscaron «hacerlo más contemporáneo».
Dirección: Peter Segal.
Guión: Tom J. Astle y Matt Ember, sobre la teleserie de Mel Brooks y Buck Henry.
Intérpretes: Steve Carell, Anne Hathaway, Alan Arkin, Dwayne Johnson.
País: EEUU, 2008.
Duración: 110 minutos.
Género: Comedia de acción.