La Guardia Civil detuvo ayer por la mañana en Algorta a Inge Urrutia, de 19 años, por su presunta relación con ETA, según dieron a conocer las agencias de información haciendo referencia a fuentes policiales.

Askatasuna confirmó la identidad de la detenida y afirmó que se trata de la pareja de una persona a la que la Guardia Civil fue a buscar en la operación y que no encontró en su vivienda. El arresto se produjo a las 12.00.

Según el organismo antirrepresivo, la joven salía de su vivienda cuando agentes del instituto militar de paisano le interceptaron y detuvieron. Las agencias españolas relacionan el arresto con la operación llevada a cabo el martes en Bizkaia, Galiza y Andalucía y que se saldó con otras nueve personas detenidas: Arkaitz Goikoetxea, Maialen Zuazo, Anabel Prieto, Gaizka Jareño, Adur Aristegi, Iñigo Gutierrez, Mikel Saratxo, Aitor Kotano y Libe Agirre.

Como hizo en la madrugada del martes, el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón volvió ayer a viajar desde Madrid a supervisar la operación. Concretamente, se trasladó a Pazuengos (La Rioja), donde según las agencias de información, agentes del instituto militar habrían localizado un escondite de ETA.

No fue hasta media tarde cuando se confirmó oficialmente que los agentes policiales habían dado con el «zulo», aunque varios medios daban cuenta del hallazgo varias horas antes, e informaban que en el mismo se hallaban, además de 125 kilos de explosivo, placas de matrícula de Portugal y del Estado francés, detonadores y cordón detonante. El joven Arkaitz Goikoetxea, detenido en la madrugada del lunes en Bilbo, también fue trasladado a esta localidad riojana. Según precisaron las mismas fuentes, en la noche del miércoles se habría encontrado en el municipio de Valgañón, también en La Rioja, otro escondite en cuyo interior habría «un subfusil, distinta munición, herramientas para robar coches y una caja de tranquilizantes 'Valium'».

Askatasuna denunció que los detenidos el martes siguen incomunicados y lo seguirán estando hasta mañana, porque Baltasar Garzón ha optado por alargar esta situación hasta el plazo máximo. En opinión de este organismo, «es necesario levantar la incomunicación para garantizar que los arrestados no sean torturados».

Para denunciar estas detenciones en la tarde de ayer se manifestaron 300 personas en Algorta y 450 en Elorrio.

Asimismo, en favor de los presos se concentraron 60 personas en Burlata y 67 en Aulestia.