Libia comenzó ayer a hacer efectivas sus represalias contra Suiza por la detención en Ginebra de uno de los hijos del líder libio Muamar Gadafi, Hannibal, y anunció la suspensión de sus envíos de petróleo a Suiza.

Las compañías nacionales de transporte marítimo, de la que Hannibal Gadafi es oficialmente «consejero», y de puertos acordaron «la parada de los barcos petroleros libios cargados de productos derivados del petróleo en dirección a Suiza, la negativa a descargar todos los buques con bienes suizos y la prohibición de entrada de estos barcos en puertos libios», según un comunicado conjunto difundido durante una protesta ante la embajada suiza en Trípoli.

La decisión se tomó el miércoles por la noche. Además, amenazaron a Suiza con más medidas, que no especificaron, si las autoridades suizas no ofrecen una disculpa «en las próximas horas» por el arresto de Hannibal Gadafi.

La detención se produjo la semana pasada en un lujoso hotel de Ginebra después de que dos empleados denunciaran a Gadafi y a su esposa, embarazada, por haberles golpeado. La pareja fue puesta en libertad dos días después del arresto, pero acusa a la Policía de maltratarles, extremo que niegan las autoridades.