El proyecto de instalación de una central térmica en Lantarón siempre ha estado envuelto en un halo de secretismo, como denuncian desde la plataforma que se opone a su implantación. Los vecinos del municipio alavés tuvieron conocimiento de la intención de instalar la planta a través de los medios de comunicación en 2006. Sin embargo, desde el consistorio se les negó la información hasta que a finales de noviembre de 2007 conocieron que el Ayuntamiento y Gas Natural firmaron un convenio para la construcción de la planta. En este momento, la corporación municipal trata de recalificar el suelo para poder avanzar en el desarrollo de proyecto, y desde la plataforma «Térmicas no, Miranda y Lantarón» denuncian que pretenden «saltarse la normativa a la torera». Por ello, han presentado a comienzos de la presente semana 130 de alegaciones.

La representante de la plataforma Ana Martínez ha explicado a GARA que solicitan al Consistorio la realización de un informe de la calidad del suelo a recalificar. Según especifica, existen indicios para pensar que el suelo está contaminado, ya que el lugar en el que pretenden construir la central térmica está rodeado por una decena de empresas químicas. Además, señala que está contrastado por la Confederación Hidrológica del Ebro que los acuíferos de la zona están contaminados, lo que revelaría que el suelo también estaría en malas condiciones.

Martínez denuncia que el Ayuntamiento y las administraciones involucradas en el proyecto son los encargados de realizar ese estudio del suelo, pero «prefieren ahorrarse un dineral ya que, si se confirma que está contaminado, deberían sanear la tierra antes de iniciar cualquier trabajo de construcción». «Estamos hartos de las mentiras que dicen los políticos con total impunidad», manifiesta enfadada, y pregunta «por qué no van con la verdad por delante».

Según critica, en las reuniónes que han mantenido con representantes de Lakua les han comunicado que no existen riesgos para la salud y que la instalación de la central térmica es de «interés público». Sin embargo, en su opinión el único interés que se busca con el proyecto es «ganar dinero». «Una multinacional -en referencia a Gas Natural- persigue el interés lucrativo y las administraciones públicas pretenden llenar las arcas sacrificando nuestra salud», denuncia. En este sentido, señala que en la zona en la que reside el medio ambiente está ya suficientemente dañado como para añadirle una central térmica de ciclo combinado. A este respecto, recuerda que en 2004 el grupo municipal del PNV aprobó una moción en el Ayuntamiento en la que se apostaba por energías limpias, seguras y renovables. Y es que además de las empresas químicas situadas en las cercanías, la central nuclear de Garoña se encuentra a 15 kilómetros. «Nos van a echar de aquí, la incidencia es brutal en la salud ya que han crecido las afecciones por asma, cáncer y alergias. El nivel y la calidad de producción de la agricultura bajará también. Es una barbaridad que no tiene ningún sentido porque ya tenemos bastante mierda por aquí», critica.

Alegaciones hasta el 18 de agosto

Tras presentar las alegaciones contra la recalificación del suelo, desde la plataforma impulsan ahora una recogida de alegaciones al Plan de Impacto Ambiental. El plazo concluye el 18 de agosto, y aquellas personas que quieran presentar alegaciones podrán hacerlo en el polideportivo de Lantaron, así como en varias instalaciones municipales de Miranda de Ebro, cuyo consistorio «se está volcando» en contra de la central, según destacó ayer Martínez. También se recogerán alegaciones en establecimientos hosteleros mirandeses, y en el popular mercadillo. Desde la plataforma se animó ayer en rueda de prensa a secundar esta iniciativa porque, como recordaron, «es la salud de todos la que está en juego».