El trabajo doméstico supone el 33% del PIB, según un estudio de Funcas
El trabajo no remunerado, tanto el doméstico como el de voluntariado, supone en el ámbito de Hego Euskal Herria el 33% del PIB, según los datos de un estudio que ha presentado la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas). En el Estado español ese trabajo representa el 42,5% del PIB, lo que suma un total de 332.506 millones de euros en 2003. Las mujeres son las que llevan el peso del trabajo doméstico frente a los hombres, pese a las declaraciones de igualdad.
Juanjo BASTERRA |
Una de las principales reivindicaciones, sobre todo de las mujeres, ha sido siempre evaluar el trabajo doméstico, ya que son ellas las que soportan la mayor carga del mismo. Están apareciendo distintos estudios que acercan esa realidad a las cuentas económicas, lo que, en algún momento, tendrá que convertirse en una reivindicación para que desde las arcas públicas se remunere ese trabajo silencioso, necesario y vital, en la mayoría de los casos.
La Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) ha publicado un trabajo, firmado por María Luisa Moltó y Ezequiel Uriel, que estima el trabajo no remunerado, tanto el doméstico como de voluntariado, en el Estado español en un 42,5% del PIB, es decir 332.506 millones de euros de 2003. «Esto supone -según Funcas- que se generan anualmente 7.916 euros per cápita en la producción doméstica y de voluntariado». En este trabajo se indica que en Hego Euskal Herria representa el 33% del PIB; en Catalunya, el 40%; en Galicia, el 37%; y, en Madrid, el 55%. A comienzos de este mes, el INE presentó también un estudio en este sentido sobre «Las cuentas satélite de los hogares».
En este caso, el trabajo fijaba las actividades productivas no de mercado y no remuneradas del hogar en el 27,4% del PIB. La referencia se hizo a los datos de 2003, igual que Funcas. El cálculo total del valor de ese trabajo doméstico para el INE ascendió a 307.039 millones. El INE compara, además, sus resultados con otros estudios existentes. Recuerda que en Finlandia, con datos de 2001, el trabajo doméstico representa el 40,3% del PIB. Cita también el trabajo de Eustat sobre la CAV, que evalúa el trabajo doméstico en el 32,8%. En Galicia, el servicio estadístico lo fija en el 36,6% y el Institut Català de les Dones calcula el 40,1% del PIB.
Al margen de la variación del procentaje en unos y otros casos, se puede estimar que tiene una gran importancia en relación a la riqueza que se genera y a las horas de trabajo que se necesitan para desarrollar el trabajo doméstico y de voluntariado, en el caso de Funcas.
En el estudio de Moltó y Uriel se recuerda que «la carga de trabajo es mayor para las mujeres que para los hombres, tanto entre semana como durante el fin de semana». Un hecho que destaca el informe publicado por la Fundación de Cajas de Ahorros es que «las mujeres más jóvenes interiorizan con la práctica cotidiana que la responsabilidad última de las tareas domésticas es de las mujeres, si bien se aprecia una mayor intensidad de las diferencias en los grupos de edad de mayor edad». Otro elemento que destaca es que, a mayor nivel de estudios, el tiempo de trabajo no remunerado se reduce, «disminuyendo las diferencias entre hombres y mujeres».
En el Estado español alcanza el 42,5% del PIB, en Finlandia el 40,3%, en Galicia el 36,6%, en Catalunya el 40,1% y en Madrid el 54,7%. Un trabajo del INE reduce algo el peso total del trabajo no remunerado.
Un dato significativo que aporta el trabajo de María Luisa Moltó y Ezequiel Urieles es que las mujeres residentes en el Estado español «mayores de 10 años» dedicaron «2,61 veces más de tiempo al trabajo no remunerado que los hombres». En otros países, como Italia y Japón esa diiferencia es mayor. «En Italia las mujeres trabajan como media cinco horas y media, es decir 4,58 veces más que los hombres; mientras, en Japón, las mujeres trabajaron algo menos de media que en Italia y el Estado español, siendo su aportación al trabajo no remunerado de 3,75 veces más que los hombres». Si ese trabajo no remunerado se realiza fuera del hogar, la brecha se reduce a 1,4 veces en el caso español.
