El Instituto español de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT) ha publicado una guía técnica para la evaluación y prevención de los riesgos relativos a la utilización de lugares de trabajo en el que se establecen una serie de pautas para garantizar al máximo la seguridad y la salud en el trabajo. En Euskal Herria son ya 56 los trabajadores que han fallecido por accidentes de trabajo en lo que llevamos de este año.

En todo caso, la normativa advierte que los empresarios deberán de garantizar y prevenir los accidentes de trabajo en sus instalaciones. Los trabajadores, por otro lado, deberán exigir que se trabaje en las condiciones de prevención adecuadas. Ya se conoce, sin embargo, que tres de cada cuatro trabajadores de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa perciben un elevado riesgo a sufrir un accidente o una enfermedad profesional en el puesto de trabajo que tienen.

Para ello, la guía técnica de ese organismo establece en un primer momento que se debe garantizar la seguridad de las estructuras donde se esté trabajando. «Los edificios y locales de los lugares d etrabajo deberán poseer la estructura y la solidez apropiadas a su tuipo de utilización». En este caso, incluye las plataformas de trabajo, las escalras y otros elementos. «Tendrán que tener la solidez y resistencia necesarias para soportar cargas y esfuerzos a que sean sometidos» y deberán disponer, por otro lado, «de un sistema armado, sujeción o apoyo que asegure su estabilidad». En este caso, el INSHT prohíbe que «se sobrecarguen esos elementos» y adviertye que «el acceso a techos o cubiertas que no ofrezcan suficientes garantías de resistencia sólo se podrá autorizarse cuando se proporcionen los equipos necesarios para que el trabajo pueda rewalizarse de forma segura»

Espacios adecuados

Otro elemento destacado se encuentra en la configuración de los espacios de trabajo y zonas peligrosas. La guía reconoce que «las dimensiones de los locales d etrabajo deberán permitir que los trabajadores realicen su trabajo sin riesgos pàra la seguridad y la salud y en condiciones ergonómicas aceptables». Para ello establece unas dimensiones mínimas: «tres metros de altura desde el piuso hasta el techo; en locales comercuales, oficinas y despachos la altura podrá reducirse a 2,5 metros». Cada trabajador tendrá a su disposición «dos metros cuadrados de superficie libre o diez metros cúbicos, no ocupados, por trabajador».

La guía señala que la separación entre los elementos materiales existentes en el puesto de trabajo «será suficiente para que los trabajadorespuedan ejecutar su labor en condiciones de seguridad, salud y bienestar». Por eso mismo, recuerda que «cuando por razones inherentes al puesto de trabajo, el espacio libre disponible no permita que el trabajador tenga la libertad de movimientos necesaria para desarrollar su actividad, deberá disponer de un espacio adicional suficiente en las proximidades del puesto de trabajo».

También establece que «deberán tomarse las medidas adecuadas para la protección de los trabajadores autorizados a acceder a zonas de los lugares d etrabajo donde la seguridad de los mismso pueda verse afectada por riesgos de caída, caída de objetos o contacto y exposición a elementos agresivos». Estos lugares, por otro lado, deberán estar claramente señalizados.

En todas estas medidas, la guía no se olvida de temas tan importantes como los suelos, las aberturas y desniveles y las barandillas. La protección en este apartado es esencial para los trabaajdores porque, en realidad, una parte muy importante de los ac cidentes ocurren por carencias de seguridad de los suelos. Deben ser, según la guía del INSHT, «suelos ijos, estables y no resbaladizos, sin irregularidades ni pendientes peligrosas». Todas las irregularidades que existan como aberturas o desniveles, «que supongan un riesgo de caída d epersonas, se protegerán mediante barandillas u otros sistemas de protección de seguridad, equivalentes, que podrán tener partes móviles cuando sea necesario disponer de acceso a la abertura».

Exigen máxima protección en aberturas de suelos, paredes y tabiques y los lados abiertos de las escaleras. Las barandillas deben ser de materiales rígidos y seguras.