El CSC-Saxo Bank vivió la jornada más brillante de su historia justo en la temporada en la que finaliza el patrocinio del sponsor que tanto dinero ha invertido en impulsar el proyecto dirigido por Bjarne Riis. El equipo danés demostró que es el más fuerte en todos los terrenos, por eso ha ganado la clasificación colectiva, y no sólo protegió a Carlos Sastre en su paseo triunfal, sino que controló la etapa sin permitir que ninguna escapada abriera camino, lo que posibilitó que se acabara en un sprint en el que Gert Steegmans dio al Quick Step su único triunfo de etapa en este Tour.

El equipo de Lefevre y el sprinter flamenco habían sido unas de las mayores decepciones del Tour. Sólo Barredo tuvo una opción clara de victoria en la etapa ganada por Burghard. Devolder comenzaba la prueba con el objetivo de acabar entre los diez primeros de la general y no pudo estar en la pelea. Steegmans se encontraba ante la oportunidad de ser el sprinter del equipo en ausencia de Boonen, pero hasta ayer no demostró su fortaleza al sprint.

Quick Step recogió el testigo al CSC y al Rabobank en los últimos kilómetros y preparó la llegada a la perfección para que Steegmans se impusiera con comodidad por delante de Ciolek. En la parte final del pelotón entraron la mayoría de los corredores del CSC junto a Carlos Sastre, al que se abrazaron.

Fue significativa la imagen de los hermanos Schleck, que pasaron la línea de meta detrás del abulense y que fueron los primeros en felicitar al líder después del abrazo que recibió de O'Grady. Fue la imagen que refleja la clave del éxito. Sastre comentaba todo el año que por vez primera iba a tener el apoyo de un equipo que iba a centrar todas sus energías en ayudarle. A pesar de tener en sus filas a los hermanos Schleck, que han demostrado estar entre los más fuertes de la carrera, han sabido desarrollar una táctica de equipo. Primero Sastre protegió el ataque de Frank Schleck camino de Hautacam y los hermanos hicieron lo mismo en la subida a Alpe d'Huez. Riis consiguió que todos trabajaran en beneficio del equipo y ayer todos lucieron unos manillares amarillos especiales para el festejo y además subieron al podio con su líder como ganadores por equipos.

Control absoluto del CSC

Porque el de ayer fue un día de fiesta para el CSC. La última etapa estuvo caracterizada por la tranquilidad con la que se rodó en la primera parte, lo que provocó que se llegara a los Campos Elíseos con cuarenta minutos de retraso. Sólo cuando el CSC-Saxo Bank cumplió con la tradición del equipo del líder de entrar en cabeza en el circuito final, empezaron los intentos. Los daneses eligieron la etapa de ayer para dar a Fabian Cancellara una oportunidad que el suizo no terminó de encontrar.

Ninguno de los intentos registrados llegó a conseguir más de una decena de segundos. El último equipo en intentarlo fue Chavanel que justificó su elección como corredor más combativo del Tour antes de que los equipos de los sprinters prepararan el terreno para la victoria de Steegmans.

Otro positivo, Fofonov

Por último, destacar que ayer se conoció que el kazajo de Credit Agricole, Dmitri Fofonov, fue controlado positivo por un estimulante tras la disputa de la decimoctava etapa de la carrera.