En un atípico estelar en el que dos ex campeones manomanistas formaron pareja y vistieron de azul, a Asier Olaizola y a Aritz Begino la inspiración y la consistencia se les quedó corta.

El de ayer en el Aritzbatalde fue un partido extraño y jugado por rachas en el que ninguno de los cuatro pelotaris ofreció el nivel que de ellos se espera. Aunque lograran algunos buenos tantos, los dos hermanos Olaizola tiraron demasiada pelota, especialmente Asier, un error que repitió Begino. Patxi Ruiz, por su parte, dio un pequeño paso adelante pero su derecha sigue estando muy justa.

Cuando queda un año para su anunciada retirada, Llach vuelve a Gasteiz para recordar en un emotivo y único concierto a las víctimas de los sucesos del 3 de marzo de 1976. El acto tendrá lugar en el Pabellón de Zurbano y contará con la participación del Orfeón Donostiarra y la Orquestra Sinfónica bajo la dirección de Enrique Ricci.

«Tan pronto lo oí por la radio, aquel día mismo empecé a componer la primera parte de `Campanades a morts' -recordó ayer durante su comparecencia oncierto que lleva por título «Campanades a morts», como no podía ser de otra manera, y con el que quiere recojear a sus víctimas y familiares.

Un emocionado Lluís Llach consideró «un verdadero lujo ético contar para esta actuación con el Orfeón Donntar para esta actuación con el Orfeón Donntar para esta actuación con el Orfeón Donostiarra y la Orquesta Sinfónica, con la colaboración de la Asociación de Víctimas del 3 de Marzo y además, que todo se recoja.