La jornada de clausura de los Campeonatos de España deparó cinco medallas para los participantes vascos, tres a nivel individual y dos para los relevos del Scania. Javier Sanz confirmó los pronósticos más optimistas al adjudicarse el oro en los 200 metros. Con 19 años recién cumplidos, el velocista del Ardoi se impuso a sus adversarios. Todos excepto uno le superaban en edad pero ninguno en marcas. Sanz acreditaba 21.33, la mejor, y cumplió con sus credenciales.

El navarro ha tenido un mes intenso, con su participación en el Mundial junior de Bygoszcz (Polonia) en donde alcanzó las semifinales para cerrar julio en Tenerife cazando su primer oro en un certamen absoluto.

El sábado solventó las semifinales en primer lugar y ayer, tras la obligada espera por una salida falsa, cerró el círculo corriendo por la calle 5 hacia el título para concluir en 21.42. Después, formando parte del relevo 4x100 metros del Scania se colgó la plata (41.86).

Txema Romera, sin embargo, no pudo defender su título del pasado año en 400 metros vallas y tuvo que conformarse con el bronce. El navarro concluyó en 52.30, lejos de sus mejores marcas, con Sagredo y Cabello por delante. Su compañero en el Scania, Luis Hualde terminó cuarto en los 400 lisos (47.94) y ambos integraron después el relevo largo que se haría con el bronce (3.16.22).

Siguiendo con las medallas, Arantza Loureiro eligió la longitud a los 100 vallas. Inscrita en ambas, los saltos y sus recientes buenos resultados en el foso decantaron la balanza ante la coincidencia horaria. La vizcaina llegaba con el buen sabor de boca de sus 6.52. Al margen de Concha Montaner, oro cantado, sus posibilidades para obtener la plata eran casi todas. No comenzó con buen pie. Dos nulos. Con un mejor salto de 6,42 se encaramaba al segundo cajón. En el primero, la eterna valenciana desde que Niurka Montalvo se metió en los despachos, volvía a reinar en solitario con 6,68.

En salto de altura, el también vizcaino Javier Villalobos estuvo a punto de retornar al podio pero el mejor concurso de Siverio le dejó sin bronce. Como el ermuarra, falló en 2,14 pero superó los 2,11 en el segundo intento mientras el experimentado Villalobos, el más veterano del concurso, lo hacía a la tercera.

Paquillo Fernández, el subcampeón olímpico y mundial y el campeón europeo en 20 kilómetros marcha, se apropió del récord universal de 10.000 metros marcha en pista (37:53.09). El andarín granadino se lo arrebató al italiano Ivano Brugnetti por cinco segundos (37:58.06), el hombre que le birló el oro en los Juegos de Atenas'2004.

La prueba, sobre una distancia no olímpica, contó también con Mikel Odriozola. Para el oreretarra del C.A. Rentería, especialista en 50 kilómetros, los 10 son una mini-prueba, un test. Se le quedan cortos, pero los disputa. Terminó las 25 vueltas en 42:27.64 para acabar instalado en el séptimo puesto de los 18 que finalizaron -hubo dos abandonos y dos no presentados- y seguir concentrado en su principal objetivo, los Juegos Olímpicos de Beijing en los que se atreve a soñar con una medalla.

Paquillo también, aunque el pretende el oro. Pero antes ha cargado un poco más sus pilas en territorio canario. Por delante desde el principio y en solitario, dobló varias veces a casi todos sus rivales. El andaluz -que en 2002 llegó a ser plusmarquista de 20 kilómetros, un registro batido posteriormente por Jefferson Pérez- defendió con éxito el título y la marca lograda hace un año en Donostia.

Como Odriozola, fueron séptimas Ruth Unzu (Scania) en heptatlón con 4.824 puntos, Larraitz Bergara (Atlético SS) en 400 vallas (1:02.73), Geraxane Ussia (Bidezabal) en 200 (25.64). A Ana Gayarre le fue mejor, terminó quinta el 800 (2:15.13).