Josu Erkoreka (PNV) y José Luis Rodríguez Zapatero han representado a la perfección la escena del sofá, en la que cada cual mantiene intactas sus posiciones de partida y, sin embargo, no pueden ocultar el acuerdo de fondo en lo fundamental. Hábiles, sin duda, en el arte del disimulo, maquillan ante sus medios lo que parece una evidencia: hay sintonía en lo sustancial. Aunque ni a buena parte de las bases del PNV ni a Ibarretxe termine de convencerles.