Crónica | Expedición submarina
Rusia se lanza a investigar las profundidades del lago Baikal
Aunque finalmente Rusia no logró el récord mundial de inmersión en agua dulce, tal y como anunciaron inicialmente, los submarinos Mir-1 y Mir-2 lograron posarse en el fondo del lago Baikal, a 1.592 metros. Este lago siberiano es uno de los más inexplorados del mundo y alberga a más de 2.000 especies, algunas únicas en el planeta.
Bertrand de SAISSET
Después de que los submarinos rusos Mir-1 y Mir-2 alcanzaran los 1.592 metros de profundidad, el fondo del lago más profundo del mundo tiene clavada desde ayer una bandera de Rusia. Ninguna expedición había conseguido anteriormente descender más de 300 metros en el lago Baikal, que se estima tiene al menos 25 millones de años.
A pesar de que inicialmente los miembros de la expedición anunciaron que se trataba del récord mundial de inmersión en agua dulce, establecido en 1.637 metros, posteriormente, tuvieron que desmentirlo, ya que, según las autoridades rusas, el anuncio se había producido «debido a una mala conexión de radio».
Sin embargo, Rusia, aficionada a realizar «hazañas mediáticas», anunció que volverán a intentar establecer un nuevo récord, ya que los investigadores creen que el fondo del Baikal podría ser más hondo en otros lugares. De este modo, en las nuevas expediciones que están programadas para los próximos meses, el Mir-1 y el Mir-2 podrían establecer el tan ansiado récord que está buscando el Gobierno ruso.
Cada uno de los submarinos contó con una tripulación de tres personas, entre las que se encontraban el gobernador de la región de Buriatia (donde se encuentra el lago), un diputado federal y uno de los empresarios que financia la expedición.
Las inmersiones, que se prolongarán a lo largo de 2009, se proponen determinar con exactitud la profundidad del lago, detectar posibles fuentes subterráneas de procesos termales, tomar datos tectónicos y examinar restos arqueológicos.
No obstante, esos no son los únicos objetivos que busca la expedición, ya que aprovecharán para saber «si el lago cuenta con reservas y recursos energéticos».
Artour Tchilingarov, responsable de la expedición, señaló además que las investigaciones tienen como objetivo «ayudar a preservar el Baikal». Este científico, que a su vez es diputado próximo al Kremlin, ya había sido el encargado de la operación muy mediatizada que permitió clavar otra bandera rusa el año pasado a más de 4.000 metros bajo el Polo Norte.
El lago Baikal es una gigantesca reserva de agua dulce que representa el 20% del volumen mundial. Es muy conocido por sus paisajes idílicos, aunque sus profundidades siguen siendo un misterio para los científicos.
El lago alberga cerca de 2.000 especies de animales que, en algunos casos, no existen en ninguna parte del mundo, como la golomianka, pez vivíparo que habita a mil metros de profundidad o el diminuto epishura, un cangrejo de al menos uno o dos metros de longitud.
Pero varios científicos han alertado de que el lago podría acoger gases como el metano que el calentamiento global podría liberar, elevando la temperatura del planeta. De hecho, desde 1946 la temperatura del lago ha aumentado en 1,21 grados, tres veces más que el resto del planeta, lo que provoca preocupación en los expertos.