Un camino simple y por el que no llegará un alto beneficio
Beñat ZARRABEITIA
El nuevo presidente de Petronor, Josu Jon Imaz, siempre se ha definido como «un europeísta convencido». De hecho, ese fue uno de sus ejes de actuación durante su actividad política. Ahora, en el mundo empresarial, en cambio, no parece haber aplicado dicha concepción, ya que la cantidad que ingresará el Athletic tras su convenio con la refinería instalada en Muskiz, dista mucho de los emolumentos que perciben los equipos de las Ligas inglesa, alemana o la del Estado francés incluso y se situará en la «mitad de la tabla» en el Estado español. Se puede decir que son mercados distintos, y es verdad, pero no es menos cierto que la hasta ahora impoluta, salvo ese paréntesis institucional en UEFA y Copa en 2005, elástica rojiblanca también debería de tener un valor añadido a la hora de salir «a la venta» y que el Athletic siempre ha sido un club que a la hora de actuar y de contratar entrenadores, siempre ha mirado más, por ejemplo, al panorama inglés.
En definitiva, el debate no sólo es pensar si el Athletic se parece cada vez más al resto o contrarrestarlo diciendo que los 2 millones de Petronor van a reforzar las arcas de Ibaigaine. Lo que tiene que saber todo socio y aficionado, es que con estos 6 millones repartidos en tres años, el Athletic no va a dejar de subir las cuotas sí así lo estima la junta, no va a fichar a ningún jugador vasco de talla internacional seguramente y que sí hay que vender porque no hay dinero, no va a dejar de hacerlo, como ocurrió con Alexanko, Zubi o Garai. Con cuyo dinero, por cierto, se construyó una tribuna mucho más importante en la historia del club que el acuerdo que se firmó ayer. La directiva ha optado por el camino más simple, sin un excesivo beneficio económico a cambio, en un club distinto.