Hoy me he levantado indignado: peso doscientos cincuenta gramos más que ayer. Debo apretar en mis ejercicios y plantearme de nuevo mis hábitos nutricionales. Además las noticias me dejan de nuevo con la batería de argumentaciones demagógicas abiertas, los misiles cargados, y solamente me falta arreglar el GPS para determinar de manera eficaz mis objetivos. Los datos macros de la economía local, regional, estatal, europea y global nos anuncian recesión. Vamos cuesta abajo y refregando los glúteos por unos cantos rodados que parecen sacados de una trilladora tirada por mulos.

Pues cuando todo va en términos económicos bordeando el caos, aparecen unas noticias que nos indican el auténtico problema: las plusvalías obtenidas de manera desmesurada, con urgencia mafiosa y fuera de toda norma lógica. De verdad, escribir estas cosas, así, me suena a mí mismo arcaico, pero no encuentro otra manera para explicar que el señor Florentino Pérez, curiosamente alguien que fue presidente del Real Madrid, en poco más de dos años obtenga unas plusvalías de alrededor de dos mil millones de euros vendiendo sus acciones en una empresa eléctrica. Este señor abandonó el ladrillo hace unos años, se metió en las eléctricas y en otras energías porque sabía que ya había sacado toda la rentabilidad a los pisos, pero se quedó, eso sí, con las construcciones de obras públicas, que mueven bastante más dinero, aunque se deba cenar de vez en cuando con unos pobrecitos que ostentan cargos electos.

Para que nadie se engañe, me parece escandaloso e indignante estas plusvalías, me parece horripilante la especulación financiera, el sistema capitalista y toda esa canción de campamento del siglo veinte, pero lo que más me indigna es que estos señores, son parte fundamental del problema. Estamos hablando de la electricidad, un servicio imprescindible, pero se meten en petroleras, en gas, en todas las materias primas y sus derivados imprescindibles. Ellos son los que deberían pagar la crisis y no beneficiarse también de ella, como se están beneficiando todos los cobradores de morosos, con frac o sin el, con una multinacional especializada incluida.