Karadzic alude a un «acuerdo» alcanzado con Estados Unidos y dice temer por su vida
Radovan Karadzic, conocido como el «carnicero de los Balcanes», aseguró ante el Tribunal Internacional que le va a juzgar que en 1996 alcanzó con EEUU un pacto de inmunidad a cambio de su retirada de la vida pública y política. Ayer denunció haber padecido irregularidades durante su detención, que calificó de «secuestro», en Belgrado. Karadzic, que no se pronunciará sobre su culpabilidad o inocencia hasta el 29 de agosto, confirmó que ejercerá su propia defensa.
GARA |
El ex líder de los serbios de Bosnia, Radovan Karadzic, compareció ayer ante los jueces del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) de La Haya sin un abogado y con la decisión de defenderse a sí mismo durante el juicio, tal y como hizo constar. Al serle otorgado el derecho a la palabra, aseguró que en 1996 llegó a un acuerdo con el estadounidense Richard Holbrooke, mediador en los Acuerdos de Dayton, para retirarse de la vida pública a cambio de inmunidad y afirmó temer por su vida. Además, denunció «irregularidades» durante su detención.
El juez Alphons Orie enumeró los once cargos, incluido el de genocidio, que la Fiscalía imputa al «carnicero de los Balcanes», principal aliado del ex presidente serbio Slobodan Misolevic por la masacre de Srebrenica -la peor matanza de civiles desde la Segunda Guerra Mundial- y el asedio a Sarajevo. El acusado decidió aplazar treinta días, el plazo legal establecido, su declaración de culpabilidad o inocencia para preparar mejor su defensa, por lo que fue citado para el 29 de agosto.
Radovan Karadzic, que en todo momento se expresó en serbio, compareció sin abogado en la sala del tribunal y al ser preguntado si comparecería «solo», sin defensor, el ex líder serbio respondió que «tengo un asesor invisible, pero he decidido represen- tarme a mí mismo», tal y como había anunciado la víspera su letrado y como ya hizo Milosevic. Esta decisión podría alargar el proceso, que será «complejo, pero eficaz», según señaló el fiscal Serge Brammertz.
Tranquilo
Despojado de la barba y el pelo largo bajo los que se escondía con la identidad del médico naturista Dragan Dabic y visiblemente envejecido y más delgado, Karadzic escuchó con talan- te tranquilo los cargos que se le imputan.
Ante el ofrecimiento del juez para que se leyera la acusación, Karadzic respondió que no estaba «interesado en que nadie más lea la acusación» y pidió ver el nuevo texto que los fiscales están preparando, por lo que pidió más tiempo para estudiar los cargos en su contra.
La acusación de genocidio se refiere a la matanza de alrededor de 8.000 varones musulmanes en julio de 1995 en Srebrenica, supuestamente protegida por «cascos azules» holandeses. El acta de acusación indica que las fuerzas serbias de Bosnia iniciaron ya desde abril de 1992 una «campaña de limpieza étnica», con el apoyo de Belgrado, contra los musulmanes bosnios.
Karadzic, que ha permanecido prófugo durante trece años, también está acusado de haber ordenado la campaña de terror y las ejecuciones, muchas de ellas llevadas a cabo mediante bombardeos indiscriminados y francotiradores, contra la población civil de Sarajevo, entre julio de 1991 y noviembre de 1995.
Se le inculpa, asimismo, de crímenes de guerra por utilizar a 284 soldados de las fuerzas de la ONU como escudos humanos cuando el Ejército serbio de Bosnia temía la intervención de la OTAN contra sus posiciones.
Al término de la vista, Kara-dzic mencionó que Richard Holbrooke, asistente del secretario de Estado estadounidense durante el Gobierno de Bill Clinton y mediador ante Milosevic, le ofreció en 1996, en nombre de EEUU, un acuerdo de inmunidad para que se retirara de la vida pública y no pusiera en peligro los Acuerdos de Dayton que en 1995 acabaron con la guerra en Bosnia. «Mi compromiso era retirarme de la vida pública y, a cambio, EEUU cumpliría sus obligaciones», que no precisó.
Ese pacto explicaría por qué Karadzic ha conseguido eludir a la justicia internacional tantos años y por qué no fue detenido por los soldados de la OTAN cuando vivía en Pale. Su familia ha afirmado en sucesivas ocasiones que Holbrooke habría prometido a Karadzic que no sería entregado al TPIY a cambio de su retirada de la vida pública y política. EEUU siempre ha negado haber alcanzado un acuerdo con el «carnicero de los Balcanes».
Además, denunció «irregularidades» durante su detención, que Serbia dice que se produjo el día 21. «En Belgrado -explicó- se me retuvo de modo irregular, se me secuestró por parte de civiles que no conozco, no me leyeron mis derechos ni se me dio acceso al teléfono para que mis amigos no me tuvieran que buscar en hospitales», señaló.
El juez le instó a plantear esas cuestiones por escrito y aportando pruebas en las instancias pertinentes.
Supervivientes y familiares de las víctimas de Srebrenica vieron por televisión con amargura cómo Radovan Karadzic comparecía ante el TPIY e, incluso, sonreía, en lo que consideraron un «espectáculo» cinematográfico.