El Festival de Teatro Clásico de Olite bajará mañana el telón de una edición que vive como crucial
Itziar AMESTOY | GASTEIZ
Cuando en la programación de un festival se innova de forma considerable, existe un riesgo claro. Si triunfa, sin embargo, el éxito supera las expectativas y deja la sensación de haber hecho bien el trabajo. Algo similar siente Álex Ruiz Pastor, el director artístico del Festival de Teatro Clásico de Olite. Esta novena edición era la primera en la que existía esta figura, por lo que Ruiz Pastor quiso articular y dotar de significado al festival. Para ello, introdujo «Los entornos», es decir, líneas de programación sobre un concepto teatral que, a la vez que estructuran el festival, permiten al espectador profundizar en el los contenidos que plantean. «En próximas ediciones, ampliaremos esta idea porque ha funcionado; hemos conseguido que el festival no sea un montón de funciones, sino un entidad que está viva», apunta.
La respuesta del público ha superado las expectativas de los organizadores. «Resulta significativo el caso del taller `Cómo contar mitos a los niños', una producción propia, que ha tenido que prorrogarse por la acogida que ha tenido», asegura Ruíz Pastor. A su vez, el director artístico ha presumido de público al asegurar que la apuesta por la calidad en actores, directores y compañías de los programadores ha sido «entendida y percibida» por los espectadores que se han acercado hasta Erriberri. Por último, ha señalado el acierto de haber incluido el espacio de la Sala de Embajadores del Palacio dentro de la programación. Según Ruiz Pastor, tanto los artistas que han trabajando dentro como el público ha agradecido esta incorporación, por lo que además de mantenerla para futuras ediciones estudiarán ampliar los espacios.
El broche de oro
No será, sin embargo, hasta mañana a la noche cuando se baje definitivamente el telón. Mientras, los últimos rezagados aún tienen la oportunidad de ver buenas ideas. Concretamente quedan dos espectáculos que forman parte del «Entorno Shakespeare», que ha ofrecido puntos de vista muy variados sobre al autor. Esta noche, Darek Teatro será el encargado de afrontar la recta final con la obra «El mercader de Venecia», en la versión de Rafael Pérez Sierra con dirección de Denis Rafter, quien aseguró que llegar a Erriberri es «un placer» por la magia del lugar. A su vez, ha calificado la obra que se representará en el mítico escenario de La Cava, como «difícil» aunque ha elogiado «la dignidad y la fuerza única» que Fernando Conde aporta a su personaje. Junto a él, Natalia Millán y Juan Gea interpretan esta comedia romántica.
Mañana, como clausura definitiva, una obra «radicalmente diferente», según Ruiz Pastor: «Espíritus del bosque», otra más del «Entorno Shakespeare». Se trata de una adaptación de «Sueño de una noche de verano» para teatro de calle de Morborioa Teatro, en la que incluyen una escenografía curiosa con caballos y máscaras. Cuando concluya, tiempo de reflexión y evaluación. Aun así, Ruiz Pastor ha reconocido que lleva dos meses preparando la próxima edición, por lo que tienen mucho trabajo por delante.