No es la primera vez que le tientan a Javier Flaño para hacer la maleta e irse a otro club. A mediados de abril pasado ya aparecieron informaciones que apuntaban sobre el interés del Spor- ting para ficharle de cara a la inminente próxima temporada. Ahora es el Racing quiere parece negociar por hacerse con sus servicios, tal y como se señalaba en la edición de ayer de «Diario de Noticias».

Como suele ocurrir en estos casos, la diplomacia se impone a la realidad y el jugador negó tener conocimiento alguno sobre el asunto. «La verdad es que estoy al margen de esos rumores y esos temas los lleva mi representante. Ahora mismo nadie me ha comunicado nada en concreto y estoy muy centrado en la pretemporada con Osasuna», explicó.

El de Noain quiere hacer borrón y cuenta nueva respecto a la pasada temporada -el descontento provocado por que apenas jugara la durante ella y el que no esté muy claro que lo vaya a hacer de titular en la presente son algunas de las bazas que quieren hacer valer los cántabros- y cree que parte de cero e incluso con mayores opciones, dada la marcha de Izquierdo, para pujar por el lateral derecho con Azpilikueta.

«Estoy completamente centrado en hacerlo bien durante esta pretemporada, en demostrarle al entrenador que puedo jugar. Lo único que pienso es en trabajar fuerte para ponerme en forma y hacerme un sitio en Osasuna», afirmó categórico el defensa, que no tiene intención de pedir explicaciones a sus responsables técnicos sobre esos posibles movimientos entre rojillos y racinguistas.

¿Como Corrales?

En lo que se refiere a la situación contractual y deportiva, el caso de Javier Flaño es prácticamente idéntico al de Corrales, quien ya saliera en dirección a Mallorca. Al igual que el andaluz, el canterano se pasó toda la temporada pasada en blanco y termina su relación con Osasuna el próximo junio.

Sin embargo, hay un aspecto importante a favor del de Noain, y es su responsabilidad para con el equipo. De hecho, y aunque ayer volvió a recordar que el año pasado lo pasó «bastante mal», de su boca no salió una palabra más alta que otra respecto a su situación a lo largo de la campaña anterior.

De hecho, refrendó que «tengo la cabeza completamente puesta en Osasuna», en lo que considera «una nueva etapa que empieza para mí y la afronto de esa manera, con confianza y sabiendo que puedo jugar, porque tengo plena confianza en mis posibilidades».

Todo eso variaría, sin embargo, si el club rojillo valorara que ahora podría hacer cierta caja con su traspaso -se iría con la carta de libertad una vez finalizada la temporada- y mirara hacia la cantera para cubrir las carencias en el lateral derecho. En ese caso, Oier podría tener todos los boletos para subir a la primera plantilla.