La policía interrogó ayer por cuarta vez al Primer Ministro israelí Ehud Olmert por su presunta implicación en asuntos de corrupción y fraude, que le han obligado a anunciar su dimisión para setiembre. Olmert está acusado de duplicar facturas y recibir miles de dólares del empresario judío y de nacionalidad norteamericana Moris Talansky, cuando el ahora primer ministro era alcalde de Jerusalén.

Los investigadores encargados del caso afirman tener en su poder «escritos firmados personalmente por Olmert en los que éste autoriza al personal de su oficina duplicar los gastos de los vuelos con el fin de usar el dinero sobrante para pagar varias decenas de viajes en avión para su familia».

Tras meses de negar su culpabilidad y resistirse a fuertes presiones de la oposición y de su propio partido Kadima, Olmert anunció el miércoles su próxima renuncia, aunque sin dejar de proclamar su inocencia.

La ministra de Exteriores, Tzipi Livni, se perfila como la sucesora de Olmert, según los sondeos. El primer ministro anunció que no dimitiría hasta que su partido eligiese a su sucesor, es decir, hasta las elecciones primarias que el Kadima tiene previsto celebrar el próximo 17 de setiembre.

Milicianos liberados

Por otro lado, en el ocupado territorio palestino de Cisjordania varios milicianos de Hamas detenidos en los últimos días fueron puestos en libertad ayer por decisión del presidente de la Autoridad Palestina (ANP), Mahmoud Abbas.

«Cuatro militantes de Hamas, entre los que se encuentra el miembro de la dirección política Mohammed Ghazal, han sido liberados», informaron fuentes de la ANP.

Un responsable de al-Fatah, partido que lidera Abbas, acusó a Hamas de haber detenido a importantes dirigentes de su organización en la Franja de Gaza, controlada por el movimiento islámico.