El preso político elgoibartarra Mikel Ibañez, que se halla gravemente enfermo y que las últimas semanas las ha pasado en el Hospital de Donostia recibiendo las atenciones médicas que su estado requiere, ha recibido el alta y seguirá cumpliendo la pena de prisión atenuada en el domicilio de su familia.

Al tener constancia de este hecho, la Ertzaintza ha pedido a la Audiencia Nacional que coloque al prisionero vasco una pulsera de contról telemático, bajo el argumento de evitar estancias prolongadas ante su domicilio y «reducir el riesgo de un atentado contra los agentes de custodia». La Fiscalía ha apoyado la petición de la Policía autonómica, mientras los representantes jurídicos de Ibañez la han rechazado, recordando que dada la gravedad de su estado de salud no existe riesgo de fuga, requisito imprescindible para adoptar una medida de este calibre. El juez dará a conocer su decisión en los próximos días.

Desde el movimiento pro- amnistía han denunciado con dureza la actitud de la Ertzaintza, valorando que «la petición de imponer una pulsera telemática a una persona enferma de cáncer nos demuestra con claridad dónde quedan la humanidad y la ética de este cuerpo policial».

A su parecer, el objetivo de esta pulsera «no es garantizar la seguridad de los ertzainas, sino hacer chantaje al preso y presionarle». «El PNV y el tripartito, con actitudes como ésta, nos dicen que se suman a la política cruel y violenta que se está llevando a cabo contra los presos políticos vascos», agrega el movimiento pro- amnistía en una nota de prensa, censurando que, «en vez de reclamar la puesta en libertad de los presos que se encuentran en una situación muy grave en las cárceles», las formaciones que gobiernan en Lakua adoptan actitudes como la ahora denunciada.

«Mirar para otro lado»

Para el movimiento pro amnistía, estos partidos no tienen suficiente con «mirar a otro lado ante las barbaridades» que se están cometiendo en las prisiones -entre las que cita la prisión de por vida, la situación de los presos gravemente enfermos, el aislamiento, las palizas y la política de dispersión-, sino que «cuando les toca hacer algo relacionado con este tema lo hacen en favor de esta salvaje política penitenciaria».

«Los dos estados insisten en su apuesta por que los presos políticos vascos mueran en las cárceles, y lo que está sucediendo en los últimos meses evidencia que tienen intención de profundizar en ese camino», añade la nota de prensa, mencionando los presos a los que se les ha aplicado la doctrina de la cadena perpetua, el aumento del número de presos enfermos y los accidentes causados por la política de dispersión.

Ante ello, desde el movimiento pro -amnistía hacen un llammamiento a la sociedad de Euskal Herria para «fortalecer y multiplicar» el trabajo en defensa de los derechos de los represaliados vascos.