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Ciclismo Samuel gana

Un oro en el nombre de la madre

El ciclista de Euskaltel se impuso a Rebellin y Cancellara en el sprint y, emocionado, dedicó la gesta a su madre y abuela, ya fallecidas

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Beñat ZARRABEITIA | BILBO

Samuel Sánchez se elevó ayer al olimpo ciclista tras conseguir una brillantísima medalla de oro en el espectacular circuito de Beijing. El asturiano de Enkarterri venció a dos auténticos gallos como Rebellin y Cancellara, plata y bronce respectivamente, en el sprint final de una preciosa carrera que terminó picando hacia arriba.

Fue el triunfo de un hombre sacrificado y que no lo ha tenido nada fácil en la vida. De ahí, sus lágrimas en el podio, desde donde miraba al cielo, con el oro al cuello, y con la mente en su madre, Amparo¯que le tuvo que criar prácticamente sola¯, y en su abuela, ambas fallecidas en poco espacio de tiempo. La muerte de su madre, de cáncer, se produjo el mismo año en el que Samuel pasó a profesionales con Euskaltel Euskadi. Cuatro años antes había llegado a Euskal Herria en busca de hacerse un hueco en el gran pelotón.

Su progresión en el Olarra no pasó desapercibida para Miguel Madariaga, quien siempre ha tenido fe ciega en él, y el de Lemoiz no tuvo dudas en pasarle a su equipo pese a que no había nacido en el país. El manager del conjunto que aquel año empezó a vestir de naranja no quería que le volviese a ocurrir un caso como el de Roberto Heras, que llegó a estar empadronado en Galdakao, pero que finalmente no dio el salto con los colores de la Fundación Euskadi.

Ya en su primer año en la élite, Samuel Sánchez estuvo muy cerca de estrenar su palmarés, ya que fue segundo en el Trofeo Bo-Leon, carrera que se disputa en el Estado francés. Pasaba el tiempo y su progresión era evidente, el corredor afincado en Gueñes se asomaba cada vez en más carreras y se dejaba ver con los mejores, pero no terminada de romper logrando una victoria que le liberase de tensión.

Se acumulaban los segundos puestos, un ciclista de su calidad no paraba de rematar al poste, hasta que tras vencer en la Escalada a Montjuic en 2004, la suerte con mayúsculas ¯aunque muy trabajada¯ se le presentó en la Vuelta a España de 2005. Fue en el alto de la Bien Aparecida, no muy lejos de su casa, cuando un error de sus dos compañeros de escapada, que confundieron la pancarta del puerto con la de meta, le permitió pasar la línea de meta como vencedor. El corredor de Euskaltel lo hizo con los dos brazos en alto y apuntando al cielo, cada mano señalaba la memoria de su madre y su abuela.

A partir de ahí, prácticamente no ha habido quien pare a Samuel Sánchez. En 2006, se llevó dos etapas de la Euskal Herriko Itzulia, pero su gran objetivo estaba en el final de temporada. Un espectacular descenso le llevó a ganar otra etapa de la Vuelta a España en Cuenca, demostrando que muy poquitos ciclistas bajan tan bien como él. La temporada no había acabado y bajo la lluvia, Samuel se proclamó vencedor del Gran Premio de Zúrich, primera gran clásica para Euskaltel, y terminó el año en la segunda posición de la clasificación del Pro Tour.

El año pasado fue el de su eclosión definitiva, ya que aunque perdió en casa ante Cobo en la Euskal Herriko Itzulia, en setiembre volvió dar la talla. A pesar de acumular desventaja al inicio, su remontada fue espectacular y tras lograr tres victorias parciales se metió en el podio de la Vuelta a España.

Una vez concluida la temporada, renovó por dos años más con Euskaltel Euskadi, equipo que se aseguraba su futuro con él, Igor Antón y Fernández de Larrea. El objetivo era el Tour, donde Samuel no pudo ganar una etapa, pero sí hacer séptimo. En los Juegos ha dado una campanada de oro en el nombre de su madre y su abuela.

AFINCADO en GUEÑES

A los 18 años llegó a Euskal Herria y toda su trayectoria profesional está ligada a Euskaltel Euskadi. Afincado en Gueñes, está casado con Vanesa y tiene un crio de pocos meses de edad que se llama Unai.

en su memoria

A la conclusión de la ceremonia de entrega de medallas, Samuel declaró que «en el podio me acordé de mi madre y de mi abuela, que fueron las dos personas que en la vida más me han ayudado».

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