Las fiestas del helado y los fuegos artificiales
Después de decenas de años, por vez primera, la Aste Nagusia arranca el sábado, justo cuando comenzaban los actos alternativos que organizan Donostiako Piratak. Por desgracia, las de Donostia seguirán siendo «las fiestas más bellas de España»... para «Abc». Y más con la bandera española que el PSE ha impuesto en el mástil del Consistorio de la capital.
Gari MUJIKA
Iruñea tiene las peñas; Bilbo, las comparsas; y Gasteiz, los blusas. Pero, ¿qué es lo que tiene Donostia?». Aunque hábil, la pregunta que una periodista realizó a Odón Elorza hace cuatro años no sirvió para sonrojar al alcalde de Donostia. Seguramente se mostrará reconfortado cuando, como cada año desde hace más de un siglo, vea cómo el diario «Abc» lleva a portada el arranque de «las fiestas más grandes de España». Aquél era el segundo año en el que, pese a las continuas trabas del Ayuntamiento, Donostiako Piratak ofrecía una alternativa a miles de ciudadanos que reniegan de unas fiestas elitistas organizadas por empresas privadas que no dan cabida a la participación ciudadana. Todo ello pese a los «chiringuitos» municipales creados ad hoc para ser «la mejor ciudad» en todo; siempre, de cara a la galería.
Desde que los Borbones eligieran Donostia a finales del siglo XIX como destino vacacional, aquella ciudad que sólo contaba con murallas y arena por doquier comenzó a promocionar el elitismo. Con las idas y venidas de Franco el cuartel de Ondarreta se llenaba de donostiarras rebeldes; ahora, más de 30 años después de su muerte, los que siguen rebelándose ante lo establecido permanecen arrinconados.
Seguramente, en aquella entrevista Elorza no imaginaba la dimensión y el potencial que iba a adquirir aquel «abordaje» a La Concha que cautivó, y sigue encandilando, a miles de donostiarras y guipuzcoanos. Aunque con la boca pequeña, mañana también lo tendrá que reconocer el alcalde.
A pesar de que a muchos la memoria no les guarde ya los rifirrafes que se vivieron con el arrebato de las txosnas de las cuadrillas, lo conseguido por Donostiako Piratak no es moco de pavo: ha demostrado que en la capital guipuzcoana también es posible que se celebren unas fiestas organizadas por el pueblo y para el pueblo. Y de eso el Ayuntamiento ya se ha dado cuenta. Después de decenas de años, por vez primera la Aste Nagusia arranca el sábado, justo cuando comenzaban los actos alternativos de los Piratak. A lo que sigue haciendo oídos sordos el equipo de Elorza es al llamamiento que hicieron estos jóvenes hace tiempo para crear una comisión de fiestas entre todos los grupos, organismos, asociaciones y colectivos de Donostia.
El cartel de cuatro helados simulando ser cohetes pirotécnicos vuelve a recordar que, por desgracia, las de Donostia seguirán siendo «las fiestas más bellas de España»... para ``Abc''. Y más con la española que el PSE ha impuesto en el Consistorio. Pero que no se duerma el vigía, porque esta semana será la bandera de la calavera la que ondee en el mástil municipal.