GIMNASIA ARTISTICA Masculina
China marca su territorio y domina el inicio del torneo
Lidera la clasificación por equipos, por delante del campeón Japón, y Yang Wei lo hace en individual
B.Z. | BILBO
Es su oportunidad y lo quieren demostrar desde el primer momento. La motivación de los deportistas chinos es máxima, acrecentada tras dejar boquiabierto al mundo con la ceremonia inaugural, y quieren refrendar en sus disciplinas el empeño puesto por el gran gigante asiático en convertir estos Juegos en todo un acontecimiento para el país.
Una de las modalidades donde los anfitriones tienen mayores esperanzas es la gimnasia artística. Una disciplina que arrancó ayer y donde el equipo chino no dejó lugar a dudas. Primeros por equipos, liderato en individual para Yang Wei y ocho finalistas por aparatos. Todo un éxito que ha amedrentado desde el inicio a sus rivales y que coloca, por lo menos por equipos, al conjunto rojo con muchas posibilidades de colgarse un oro que ya consiguieron en Sidney, pero que su eterno rival, Japón, les arrebató en Atenas.
Lo de ayer fue una guerra de carácter sicológico, ya que las notas sumadas no serán arrastradas a la final, pero sí que dejaron minada la moral de sus adversarios. El grupo chino sumó 347,675 puntos, por los 369, 550 que obtuvo Japón, su perseguidor más inmediato. Una distancia de cinco puntos que dejan clara la superioridad china. Por detrás de las dos potencias asiáticas se clasificaron Rusia, Corea, Alemania, Estados Unidos, Francia y Rumania, equipos que completarán el cuadro finalista. Entre ellos saldrá el presumible medallista de bronce, para el que se espera una bonita lucha entre rusos, coreanos, alemanes y americanos, que ayer se desenvolvieron dentro de unas puntuaciones tremendamente igualadas.
La actuación de su conjunto enardeció al ilusionado público chino, que vio como la mayoría de sus representantes individuales firmaba una brillante actuación. El mejor fue Yang Wei, quien completó una muy buena actuación en los ejercicios de alta clase, particularmente en salto (16,550 puntos) y anillas (16,225). Sendas puntuaciones sirvieron al gimnasta local para colocarse en el primer puesto del apartado individual.
El pequeño deportista chino, de tan sólo 1'60 de altura y 28 años de edad, tiene ya una amplia experiencia en los campeonatos olímpicos, aunque no siempre ha gozado de la misma fortuna. En Sidney consiguió la medalla de plata en individual y el oro por equipos, en cambio, en la cita de Atenas el conjunto chino no pudo pasar del quinto puesto, ya que fueron varios los gimnastas del grupo que cayeron al suelo y frustraron las posibilidades del gigante asiático. Junto a él, la actuación de Li Xiaopen en paralelas y salto convenció al público chino de que las medallas no se escaparán.
Tras Wei, en el apartado individual, se clasificó el alemán Fabian Hambuechen. El joven gimnasta, de 20 años y gran dominador de la barra, es capaz de hacer algo muy similar a lo que hace Dirk Nowitzki con la selección de baloncesto germano. Y es que por sí mismos son capaces de convertir a un equipo sin opciones en una escuadra con serias posibilidades de alcanzar el podio. Es la suerte de tener una gran estrella en sus filas.
Sin tanta dependencia de un sólo hombre, la vigente campeona olímpica, Japón, situó a tres de sus hombres entre los seis primeros, pero tan sólo dos pueden pasar a la final. Así las cosas, el histórico Horoyuki Tomina, oro en Atenas, será el descartado en favor de Kohei Uchimura y Koki Sakamoto.
Además de la Alemania de Hambuechen, Rusia, Corea y Estados Unidos buscan una medalla. Los rusos han conjugado con éxito la mezcla entre veteranía y juventud, los coreanos sobrevivieron gracias a Kim Daeeun, mientras que los americanos, con la ausencia de los hermanos Hammm, aguantaron el tirón con Horton y Hagerty.
Rumania, que entró en detrimento de otros países como Italia o España, tuvo en el eterno Marian Dragulescu a su gran baza para clasificarse. Un gimnasta que lleva ya casi tres lustros compitiendo.
Al igual que en basket, en gimnasia artística, Alemania cuenta con un hombre capaz de invertir la tendencia por sí mismo. Lo que hace Dirk Nowitzki en las canastas rivales, Fabian Hambuechen lo hace en la barra.