Por primera vez desde 1995, el PIB de la eurozona entra en números rojos
La economía europea se contrajo en el segundo trimestre, según confirmó ayer Eurostat, que cifra en el 0,2% la caída del PIB de la eurozona y en el 0,1% la del conjunto de la Unión Europea. El PIB de la zona euro no ha registrado un retroceso desde 1995, primer año para el que hay registro. La Comisión Europea (CE) consideró «exagerado» vaticinar la entrada en recesión de la economía europea.
GARA |
Caídas de economías como la alemana -que ha visto reducido su PIB por primera vez en cuatro años- y la del Estado francés han contribuido a que el crecimiento de los estados que comparten la zona euro entrara en números rojos en el segundo trimestre del año.
Eurostat, oficina estadística comunitaria, cifra en el 0,2% la caída del PIB de la zona euro y en el 0,1% la del conjunto de la Unión Europea.
En el primer trimestre, la actividad había crecido el 0,7% en ambas áreas. En términos interanuales, sigue habiendo crecimiento, aunque mucho menor.
Así, en los últimos doce meses el PIB de los estados de la moneda única aumentó el 1,5% y el de los Veintisiete creció el 1,7% (en ambos casos, seis décimas menos que en el primer trimestre).
El segundo trimestre se ha saldado con un retroceso, primero que se registra desde 1995, año en el que comienzan los registros. Hasta ahora, la peor evolución trimestral de la economía de la zona euro fue la del segundo trimestre de 2003, cuando la actividad no varió.
La Comisión Europea consideró «exagerado» vaticinar la entrada en recesión de la economía y atribuyó la caída del PIB a la adversa coyuntura internacional y a una reacción técnica tras la positiva evolución del primer trimestre.
Cae el PIB alemán
La evolución de economías como la alemana, considerada el motor de la UE, ha tenido mucho que ver en el retroceso. Por primera vez en cuatro años su Producto Interior Bruto ha caído un 0,5% en el segundo trimestre del año respecto al primero, según datos de la oficina federal de estadísticas alemana (Destatis). La última vez que se dio una situación de caída de la economía en Alemania fue en el tercer trimestre de 2004, en que bajó un 0,2%.
En términos interanuales, el PIB germano creció un 3,1% en el segundo cuarto del año sobre el mismo periodo del año anterior. La oficina federal también revisó sus estimaciones de crecimiento del primer trimestre, reduciéndolas al 1,3% desde el 1,5% anteriormente anunciado.
El ministro alemán de Economía, Michael Glos, relativizó los datos y habló de ralentización del crecimiento. «Contábamos con un debilitamiento del crecimiento en el segundo trimestre, pero el saldo de la economía alemana a escala semestral está en orden», sentenció Glos, en un comunicado difundido por su departamento.
Expertos ya habían pronosticado la caída del PIB y el Gobierno contaba con ello, pese a lo cual ha mantenido sus pronósticos de crecimiento para este año y el siguiente, que sitúa en el 1,7%, este 2008, y en el 1,2% para 2009.
La oficina de estadística atribuye el retroceso del PIB al descenso del consumo privado, así como de las inversiones empresariales en maquinaria y también de Construcción.
«Periodos de viento en contra»
Además de la negativa tendencia del PIB, la oficina federal de Estadística, con sede en Wiesbaden, hizo públicos datos de la inflación relativos a julio, que tal como ocurrió el mes anterior se mantiene en su nivel más alto de los últimos quince años.
El Índice de Precios al Consumo (IPC) subió un 0,6% respecto al mes anterior, mientras que la inflación interanual se situó en el 3,3%. En junio, esta tasa había subido ya al 3,3%, su nivel más alto en quince años, mientras que respecto al mes anterior fue del 0,3%.
La nueva subida se debió principalmente al encarecimiento de los carburantes y de los productos alimenticios, que fue respectivamente del 15,1% y del 8,0% respecto al año anterior.
Mientras el Gobierno relativizó el impacto del retroceso de la economía, la Confederación de la Industria Alemana (BDI) habló de «señales alarmantes», e instó a seguir «una estrategia consecuente» para hacer frente a situaciones coyunturales como la actual.
La economía alemana está aún «lejos de la recesión», manifestó el secretario ejecutivo del BDI, Werner Schnappauf, pero consideró que deben articularse políticas fiscales, laborales y de fomento de la inversión convenientes para hacer frente a «periodos de viento en contra, como el actual».
Los datos macroeconómicos del Estado francés también reflejan un retroceso. La ministra francesa de Economía, Christine Lagarde, comunicó que el PIB disminuyó un 0,3% en el segundo trimestre de 2008 respecto al trimestre anterior, cuando registró un aumento del 0,4%.
En declaraciones recogidas por la emisora France Info, la ministra Lagarde atribuyó el decrecimiento a los efectos de la crisis que afecta a los mercados financieros desde hace un año y descartó que pueda hablarse de recesión.
Según los datos provisionales publicados por el instituto francés de estadística (INSEE), la formación bruta de capital fijo descendió en el segundo trimestre (-1,5%) después de haber registrado una subida en el trimestre anterior (+0,7%).
Las exportaciones también disminuyeron (-2,0%) después de crecer en el primer trimestre (+2,4%), lo mismo que las importaciones, aunque éstas retrocedieron en menor medida (-0,3% frente al +1,8% del trimestre precedente).
Por otro lado, el INSEE anunció hoy también que el empleo asalariado en las empresas del sector comercial bajó en el segundo trimestre (-0,1%), lo que sitúa su crecimiento interanual (respecto a igual periodo de 2007) en +1,1%.
El PIB alemán ha caído, por primera vez en cuatro años, un 0,5% en el segundo trimestre. En el Estado francés, la economía también ha experimentado un retroceso del 0,3%, según datos provisionales de la oficina de estadística
El Banco Central Europeo (BCE) advirtió ayer de que el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) real de la zona del euro se ha debilitado a mediados de año notablemente frente al primer trimestre.
«La información disponible desde el 3 de julio sugiere que las cifras del crecimiento del PIB real a mediados de 2008 serán notablemente más débiles que en el primer trimestre del año», indicó en el editorial del boletín mensual de agosto, publicado ayer.
El banco europeo señaló que este debilitamiento también representa una reacción técnica al fuerte crecimiento visto en los primeros meses del año.
No obstante, pese a reseñar la moderación, la entidad monetaria prevé que la reactivación económica «permanecerá relativamente resistente, beneficiándose por el crecimiento sostenido en las economías emergentes». Esto debería apoyar la demanda externa de los bienes y servicios del área euro, según el BCE, que apostilla que los datos económicos fundamentales son «sanos» y «no hay desequilibrios» en la zona del euro. «El empleo y la participación de la fuerza laboral han aumentado significativamente y las tasas de desempleo son bajas en términos históricos», dijo el BCE. A su vez, destacó que los hogares de los estados que comparten el euro perderán poder adquisitivo por los elevados precios de la energía y de los alimentos. Además, se mantiene la incertidumbre sobre las perspectivas para la actividad económica por los elevados y volátiles precios de las materias primas y las tensiones en los mercados financieros.
La inflación de la zona euro registró en julio un descenso del 0,2% respecto al mes anterior, mientras que la referencia interanual se mantuvo estable en el 4%, según los datos publicados ayer por la oficina comunitaria de estadísticas, Eurostat. En el conjunto de la UE, la inflación interanual alcanzó el 4,4% en julio, mientras que el dato mensual registró un descenso del 0,1% respecto a junio.
Entre los países miembros de la UE, las menores tasas anualizadas de inflación se registraron en Holanda (+3%), Portugal (+3,1%) y Alemania (+3,5%), mientras que las más elevadas se observaron en Letonia (+16,5%), Bulgaria (+14%) y Lituania (+12,4%). Entre los factores que registraron los mayores incrementos anuales en julio de 2008 se encuentran los transportes (+7,2%), alimentos y vivienda (ambos +6,7%), mientras que las tasas de inflación más bajas se observaron en el sector de las comunicaciones (-2,2%), ropa (-0,5%) y ocio y cultura (+0,2%) .
El Gobierno alemán relativizó los datos del PIB y aseguró que «el saldo de la economía alemana a escala semestral está en orden». La Confederación de la Industria, por su parte, consideró que es una «señal alarmante».