La sede del PSN y dos cajeros automáticos fueron objeto de sendos sabotajes durante la madrugada del viernes, en Burlata.

Los artefactos incendiarios lanzados contra la sede del PSN y los cajeros de la Caixa y del Banco Santander, situados en la calle Mayor, no provocaron daños personales pero sí daños materiales.

En la sede de la formación política, según indicaban ayer agencias españolas, el ataque produjo un pequeño incendio que provocó el ennegrecimiento de la fachada. Asimismo, las dos sucursales bancarias se encontraban ayer inoperables y ennegrecidas.

Las condenas a estos ataques no se hicieron esperar. El primero en salir a la palestra fue José Luis Izco, nuevo secretario de Organización del PSN, que quiso condenar lo ocurrida con «la máxima rotundidad». Tildó de «fascistas» a sus autores y les recriminó llevar a cabo una «campaña criminal, de extorsión y de amenaza».

Izco, mediante un comunicado enviado a los medios, se reafirmó en «su compromiso de seguir trabajando por la defensa de las libertades democráticas que ampara el marco constitucional aprobado libremente por la ciudadanía española».

El Gobierno de Nafarroa también quiso solidarizarse con el PSN y realizó un llamamiento a «mantener la unidad de acción de los demócratas para derrotar el terrorismo». Asimismo, afirmó que los autores de los sabotajes no conseguirán «el amedrentamiento».

El secretario general de UPN, Alberto Catalán, también habló al respecto y aseguró que estos ataques de kale borroka «no van a coaccionar a la sociedad ni van a conseguir acabar con las ansias de libertad».