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BALONMANO Final inédita

Primer oro para Francia ante un rival debutante en el medallero

Dos veces campeona del mundo, la selección gala se sube por primera vez a lo más alto del podio en una cita olímpica. Islandia, por su parte, regresa con la satisfacción de haber sumado la primera medalla de su historia en una competición de alto nivel.

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Amaia U. LASAGABASTER | EIBAR

Fue una jornada de estrenos y debuts, no en vano el Palacio Nacional de Beijing acogía una final inédita en el balonmano olímpico. Lo que no hubo fueron sorpresas, porque Francia no permitió que Islandia prolongara su trayectoria «matagigantes» y se hizo con una contundente victoria (28-23).

El combinado galo se adjudicaba así, por primera vez, la medalla de oro en unos Juegos. Sí había pisado el primer peldaño del podio en dos Mundiales (1995 y 2001) y un Europeo (2006), pero su experiencia olímpica se limitaba al bronce de Barcelona donde, curiosamente, Islandia también había cuajado su mejor actuación hasta el momento, con un cuarto puesto. Pese a la desilusión momentánea por la derrota, incluyendo las lágrimas de muchos jugadores que ya acariciaban la gloria, los islandeses también deben regresar a casa con una sonrisa de oreja a oreja, no en vano sumaron la primera medalla de su historia en una competición de alto nivel.

Cualquiera lo habría dicho vista su actuación en Beijing, donde sólo ha caído ante la otra revelación de los Juegos, Corea, para imponerse a equipos como Rusia, Alemania o, una habitual en el podio en las últimas citas, España, a la que hundía en semifinales con un contundente 30-36. Pero ayer no pudo repetir la historia de David contra Goliath -hay más federados en balonmano en Francia, 400.000, que habitantes en Islandia, 300.000- ante un rival con trayectoria aún más inmaculada. No en vano los bleus acaban invictos una competición a cuya final accedían, sin ir más lejos, derrotando a la, hasta ayer, vigente campeona olímpica, Croacia. Claude Onesta no ha desaprovechado la gran generación de jugadores que ha tenido a su cargo.

Tampoco lo hizo con la oportunidad que se le presentó ayer, con la que puso la guinda a la mejor actuación olímpica francesa (40 medallas, siete de oro) en seis décadas.

Islandia sólo fue capaz de defender su candidatura durante los primeros minutos, gracias a un férreo marcaje a Daniel Narcisse. Pero los galos tenían alternativas y Burdet, Gille y, sobre todo, Nikola Karabatic, autor de ocho goles, unidos a un gran trabajo defensivo, permitieron que su equipo acabase con la igualdad antes de que se cumpliese el primer cuarto de hora.

Islandia no fue capaz de reaccionar y para el descanso perdía por cinco goles (15-10), una desventaja que fue aumentando en los primeros minutos de la reanudación hasta alcanzar los nueve tantos. Francia se relajó -lo justo porque, como reconocía Luc Abalo, su rival se ha mostrado «imprevisible y, por lo tanto, capaz de cualquier cosa» a lo largo de toda la competición- y dedicó algunas acciones a la galería, algo que el equipo de Gudmundur Gudmundsson aprovechó para acercarse en el marcador. Pero la licencia tenía sus límites, con lo que el combinado islandés pasó a duras penas de maquillar el resultado final, contundente pese a todo (28-23).

CONTUNDENCIA

Francia no permitió que su rival protagonizase otra sorpresa. Islandia aguantó los primeros minutos pero, cumplido el primer cuarto de hora, los galos empezaron a acumular ventajas que alcanzaron los nueve goles.

La última campeona, fuera del podio

La competición se despide con sorpresas agradables, como las protagonizadas por Islandia o Corea, pero también con algún que otro batacazo.

El más significativo se confirmaba ayer, cuando Croacia caía en la final de consolación, quedando fuera del podio cuatro años después de haberse adjudicado el oro en Atenas. Lo hizo a manos de España, que parece haberse abonado al bronce, con tres medallas de este color en las últimas cuatro citas olímpicas.

El equipo de Juan Carlos Pastor, que dirigía su último partido con la rojigualda, mostró la imagen que ha echado en falta a lo largo de la competición, lo que le permitió imponerse por un claro 35-29.

Peor aún les fueron las cosas a otras selecciones que llegaban a Beijing con importantes avales: Dinamarca, vigente campeona europea, cayó en cuartos de final y Alemania, actual campeona del mundo, ni siquiera superó la primera ronda.

Tampoco llegaron muy lejos Corea del Sur -líder del grupo B, cayó en el primer cruce- o Brasil, fuera de cuartos por un suspiro, pero su juego ofreció nuevas alternativas y abrió las puertas a un futuro prometedor.

GARA

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