La central nuclear de Garoña vuelve a sufrir otro fallo en un ajuste
Tras haber sufrido dos «anomalías» en el sistema de funcionamiento de la red principal la semana pasada, la central nuclear de Garoña, situada en la frontera entre Burgos y Euskal Herria, tuvo que parar ayer uno de los reactores automáticos al producirse un fallo en una de las rutinarias operaciones de ajuste que se realizan periódicamente. Según el organismo regulador de la energía nuclear, «este nuevo suceso no ha supuesto ningún riesgo para nadie».
GARA |
La central nuclear de Garoña se vió obligada ayer a parar automáticamente el reactor principal al registrarse un fallo durante unas rutinarias operaciones de ajuste de las protecciones eléctricas, según la información oficial del Consejo de Seguridad (CSN).
El suceso fue clasificado de Nivel 0 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (en inglés INES, por la nomenclatura original) se registró a las 10.25 horas de ayer. A esa hora se produjo la actuación de una protección del turboalternador cuando se realizaban unas mejoras en el parque eléctrico exterior de la central del parque de 400 KW de potencia. Dicho fallo dio lugar a la parada automática del reactor de la central de Burgos.
Por otra parte, el organismo regulador de energía nuclear señaló horas despues del suceso que los sistemas de seguridad de la central «respondieron de forma correcta, de acuerdo a su diseño» y además añadió que la parada del reactor «no ha supuesto ningún riesgo para los trabajadores, la población o el medio ambiente». Sin embargo, cabe recordar que éste es el segundo fallo que se produce en apenas una semana en la central ubicada entre Euskal Herria y la provincia de Burgos, y en julio se produjo otro más.
Tras lo ocurrido también en Vandellós y Ascó, el debate ha resurgido. Por ejemplo, la portavoz de Economía en el Congreso y secretaria de Ordenación del Territorio y Vivienda del PSOE, Inmaculada Rodríguez-Piñeiro, aseguró ayer que su partido «no quieren pasar de la dependencia del petróleo a la del uranio» y que por esa razón apuestan «por un modelo energético limpio y democrático que garantice mayor autonomía en el suministro a partir de los recursos que tenemos disponibles en estos momentos».
«Error de estrategia»
Según declaraciones de la diputada valenciana, «sería un error de estrategia energética recurrir a la energía nuclear» cuando las reservas de uranio «son un recurso muy limitado». Indicó, además, que la energia nuclear «plantea otra limitación muy importante, que es el tratamiento de residuos». Destacó que todos los grupos parlamentarios «aprobaron crear un almacén central temporal para estos residuos» pero afirmó también que «resulta difícil decidir la ubicación». Por lo tanto, consideró complicado» abrir el debate «cuando no hay candidatos ni para ubicar nuevas centrales ni para este almacén central de residuos».
De esta forma, desde el PSOE se desdicen de las declaraciones vertidas por Zapatero cuando en las elecciones del 2004 hizo una promesa de cerrar «todas las centrales del Estado español». Aun así, la electa Rodríguez-Piñeiro aseguro que desde su gobierno se apuesta «por un modelo energético basado en las energías renovables e independiente de las reservas naturales», haciendo hincapié en un «consumo responsable».
En poco más de un mes se han registrado tres fallos en el funcionamiento de la central nuclear de Garoña, que se suman a los producidos en fechas recientes en Ascó y en Vandellós.
Zapatero prometió en 2004 «cerrar todas las centrales nucleares», cosa que no ha hecho y que se contradice con las declaraciones de ayer de la portavoz de Economía del PSOE, Rodríguez-Piñeiro.