La de esta tarde a las 20.00 horas es, sin lugar a dudas, la cita más destacada de la presente Quincena Musical. Imaginémonos que uno es un gran amante del pollo tandoori y que, en su pasión por esta receta, se decide a viajar al norte de la India en busca del mejor concinero de pollo tandoori del mundo. Pues algo similar es lo que va a ocurrir esta tarde en Donostia, con la diferencia de que no se trata de pollo, sino de Berlioz -que tiene tantos o más seguidores que el pollo tandoori- y que no tendremos que irnos hasta la India para buscar al cocinero en cuestión, ya que él mismo se va a pasar por nuestra casa. Se trata de sir Colin Davis, que, a sus 81 años está considerado unánimemente como un conocedor y maestro indiscutible de la música de Berlioz, cuya «Sinfonía fantástica», una de las obras más populares del repertorio clásico de todos los tiempos, abordará esta tarde junto a esa excepcional formación que es la Gustav Mahler Jugendorchester.

Del clarinete a la dirección

Davis, alumno del Royal College of Music de Londres, comenzó su carrera como un destacado intérprete de clarinete. Su mayor interés, no obstante, era la dirección orquestal, pero no fue admitido en la escuela por no tener un nivel de piano muy alto. Sin detenerse ante este escollo, Davis formó junto a unos amigos la orquesta de Kalmar, que le sirvió para formarse de manera autodidacta.

Sin embargo, las claves de su carrera las aportan los directores a los que Colin Davis fue reemplazando según avanzaba su carrera: primero, a Otto Klemperer; después, a Thomas Beecham y, en 1971, a sir Georg Solti. A éste lo sustituyó como director musical del Royal Opera House de Londres, puesto en el que Davis mantuvo hasta 1986 y que le consagró definitivamente como una de las figuras principales de la música inglesa.

¿Por qué se le da tan bien a Davis la música de Berlioz? Davis se identifica, en gran medida, con el prototipo de director inglés, un modelo harto difícil de explicar sin caer en los tópicos. Digamos que, en sus interpretaciones, se puede respirar el carácter y la flema británica, a las que Davis añade unas altas dosis de chispa y emoción, haciéndole especialmente afín a un compositor que, como Berlioz, compagina constantemente en su música lo racional con lo irracional. O a Sibelius, el otro autor autor cuyas obras se podrá escuchar esta tarde, y cuya integral sinfónica grabada por Colin Davis sigue siendo todavía hoy referencial.

Además, para la interpretación del «Concierto para violín» de Sibelius, Davis contará con un solista de excepcional calidad, el danés Nikolaj Znaider, cuya versión de este concierto ha sido tantas veces elogiada. Znaider es también un apasionado de la educación, como lo prueba el hecho de que sea fundador y director artístico de la Nordic Music Academy. Quizá sea ésta la causa de su colaboración con la Gustav Mahler Jugendorchester, seguramente la mejor orquesta de jóvenes del mundo. Se trata, desde luego, de la más prestigiosa: fue fundada en 1986 bajo la iniciativa de Claudio Abbado y por sus filas han pasado infinidad de jóvenes músicos que hoy en día se encuentran trabajando en las orquestas profesionales de medio mundo.

Además, la Gustav Mahler suele ofrecer un espectáculo único por su descomunal tamaño Jugendorchester: la última vez que se dejaron caer por Donostia, por ejemplo, trajeron veinticuatro violines primeros, el doble de lo habitual en cualquier orquesta.