Tras los incidentes de Berriozar
«Está claro que la carga respondía a una orden y que fue premeditada»
Varios vecinos de Berriozar que el sábado participaban en el concierto prefiestas que acabó con carga por parte de la Policía Foral, entre ellos varios contusionados y también la persona que fue detenida, comparecieron ayer ante los medios para dar cuenta de los hechos, cuyo resultado tildaron de «algo premeditado y que respondía a una orden», por lo que achacaron toda la responsabilidad a la actitud de los agentes.
Ander PEREZ | BERRIOZAR
Varios vecinos de Berriozar que el sábado participaban en el concierto prefiestas de la localidad que terminó con una carga por parte de la Policía Foral, causando numerosos contusionados, comparecieron ayer ante los medios para dar cuenta de los hechos, ya que «fuimos nosotros los que vimos y padecimos» la actuación policial.
Los vecinos, entre los que se encontraban varios de los heridos y también la persona «brutalmente apalizada y posteriormente detenida», denunciaron que durante el trascurso del concierto, en la madrugada del sábado, varios agentes de la Policía Foral se personaron en el recinto festivo y se dispusieron a retirar propaganda reivindicativa. Aunque en un primer momento se retiraron, los testigos de los hechos señalaron que las furgonetas policiales siguieron durante varios minutos pasando por delante del concierto, encendiendo las luces, etcétera.
Una vez terminado el concierto, «justo después de acabarse la última canción», todos los agentes bajaron de las furgonetas para dirigirse a los asistentes del concierto, a los que invitaron a «disolver la concentración». Varias personas, entre ellas el alcalde de la localidad Xabier Lasa (NaBai), se dirigieron a los agentes con objeto de hacerles saber que aquello no era una movilización de carácter político, sino un concierto. La conversación, sin embargo, «apenas duró 10 segundos», ya que los agentes, «con su mando a la cabeza», comenzaron a cargar con sus porras. «Esa y no otra es la versión de los hechos», concluyeron testigos y víctimas de lo ocurrido.
El resultado de la carga fueron «numerosos contusionados y cinco personas que requirieron asistencia sanitaria», de las que una continúa ingresada con un coágulo de sangre en la cabeza. Preguntados sobre la situación de Iker Isiegas, los comparecientes afirmaron que «no evoluciona a peor», aunque precisaron que habrá que esperar a su evolución. Además, una persona fue, según los testigos, golpeada y posteriormente detenida. En posteriores declaraciones a GARA, ésta mostró su «indignación» por lo acontecido y adelantó que, tras pasar la noche en dependencias policiales, fue puesta en libertad con el cargo de «agresión y desobediencia» a la Policía Foral.
Tras la lectura de los hechos, y ante la actitud mostrada por los agentes forales, los vecinos de Berriozar presentes en el concierto del pasado sábado concluyeron que «esta clarísimo que era algo premeditado y que respondía a una orden». Así las cosas, y censurando las declaraciones del portavoz del Gobierno de Nafarroa Alberto Catalán en las que hablaba de «insultos, amenazas y lanzamiento de objetos» antes de dar comienzo a la carga, los vecinos que ayer comparecieron ante los medios señalaron que «la responsabilidad de los hechos empieza y acaba en la actitud de la Policía Foral». Prueba de tal actitud eran las fotos de las heridas y golpes de los contusionados expuestas ayer en la rueda de prensa, así como el trozo de porra que quedó en el lugar de los hechos tras la carga policial.
Los comparecientes, de esa manera, tildaron de «rotundamente falsas» las declaraciones de Catalán, del que dijeron «se ha limitado a trasladar la versión» que la Policía Foral ha elaborado sobre los hechos.
Por su parte, el concejal y presidente de la Comisión de Cultura del Ayuntamiento de Berriozar y por tanto organizador del concierto donde se registró la carga policial, Fermin Irigoien, también presente en la rueda de prensa de ayer, «lamentó y denunció» la actitud de la policía, para la que «no hubo motivos». Además, invitó a que lo acontecido el pasado sábado «no sea un preludio de las fiestas» de la localidad, que arrancarán mañana. Irigoien, además, extendió la solidaridad hacia los heridos a «todos los participantes en el concierto» y trasladó «un abrazo a los miembros de los grupos municipales y a sus representantes», uno de los cuales, también presente en la comparecencia de ayer, denunció haber sido agredido por la policía al mando del Gobierno navarro.
Por otra parte, Irigoien indicó que su Comisión está haciendo un seguimiento del estado de los heridos. Además, señaló que el Ayuntamiento debería tomar cartas en el asunto en caso de que los hechos desembocaran en consecuencias judiciales.
«No necesitamos policía»
Por otra parte, los vecinos que fueron testigos de los hechos y comparecieron ayer en la plaza Eguzki de Berriozar quisieron agradecer la actitud del alcalde, Xabier Lasa (NaBai), así como del que fuera parlamentario de la izquierda abertzale y vecino de la localidad Jaime Iribarren, que «intentaron evitar la carga».
Sin embargo, también censuraron el «uso partidista de hechos como éste», en alusión a la actitud del alcalde, que presentó los hechos del pasado sábado «como entre dos extremos, y él en medio».
Al alcalde, precisamente, le emplazaron a «retirar la invitación a la Policía Foral para las fiestas», ya que Xabier Lasa ha invitado a que sea este cuerpo y no la Guardia Cívil quien se encargue del dispositivo especial de fiestas de Berriozar. A ese respecto, señalaron que «no necesitamos policía en las fiestas, ni de un color ni de otro».
Los comparecientes, por último, señalaron estar «en proceso de presentar las correspondientes denuncias legales» por los hechos acontecidos durante el trascurso del concierto del pasado sábado, y afirmaron que «habrá que ver cómo se depuran las responsabilidades» de la carga policial.
Tras censurar el uso de la Policía Foral contra la disidencia política por parte de UPN, Askatasuna recordó el pacto local entre NaBai y ANV, que no ha sido disuelto como grupo. Cree que «no es casualidad» que el objetivo fuera un concierto oficial.
El Gobierno navarro confirmó la existencia de un hospitalizado en la rueda de prensa tras su Consejo de los lunes, pero restó importancia a la carga. Alberto Catalán habló de «actuación ordinaria, correcta dentro de lo que cabe esperar ante los insultos, amenazas y lanzamiento de objetos de que fueron destinatarios [los forales]». «Se actuó para garantizar la seguridad», concluyó.
El portavoz del Gobierno navarro, Alberto Catalán, declaró textualmente que «algunos de los protagonistas» de los incidentes de Berriozar «son viejos conocidos de la sociedad, y esto pone a cada uno en su sitio».
El alcalde de Berriozar, Xabier Lasa (Nafarroa Bai), enmarcó ayer la carga en «la campaña de UPN de tensionar las fiestas con objeto de desestabilizar el gobierno municipal de NaBai». Así las cosas, pidió a quienes «quieren reventar las fiestas» que las respeten y que «pongan paz y convivencia en el pueblo». Lasa, en una comparecencia pública en el Consistorio de Berriozar, advirtió de que la irrupción policial, que tildó de «desproporcionada» y que causó un gran número de contusionados, «podía haberse evitado», pero denunció que la Policía Foral «no tuvo ninguna intención, sino todo lo contrario».
Además, denunció el «trato irrespetuoso» hacia su persona, por el caso omiso y por algún empujón recibido de los agentes forales, aun sabiendo perfectamente «quién era yo» cuando intentó mediar.
Lasa explicó que se presentó ayer mismo en las dependencias de la Policía Foral para interponer una queja formal y que el mando con quien habló le comunicó la apertura de una investigación interna. El alcalde mostró además el compromiso del Consistorio de «trasladar a los juzgados» las denuncias de todos los vecinos perjudicados.
A su lado, el parlamentario de Nafarroa Bai Txentxo Jiménez valoró como «de suma gravedad, imprudente, irresponsable e injustificada» la carga policial y advirtió de que «ninguna excusa puede dar validez a esa actuación» de la Policía Foral. Dijo que «tiene que velar por la seguridad» y que sin embargo «se convirtió en el problema y el riesgo para la integridad física» de muchos jóvenes. Ante la falta de explicaciones, Jiménez adelantó que su formación ha solicitado la comparecencia del consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Javier Caballero (UPN), en el Parlamento.
Por otra parte, el alcalde situó como elemento de la campaña de «tensionar las fiestas», que tiene como actor principal a UPN, las críticas recibidas por la cesión de la Escuela de Musica municipal al concejal independentista Fermin Irigoien. Lasa presentó una resolución de mayo del 2007 por la que el entonces alcalde Benito Ríos (PSN) hacía otro tanto, por lo que denunció la «hipocresía».
