Con muchas horas de trabajo por delante para devolver su aspecto habitual al Arenal, las comparsas hicieron un pequeño receso en el desmontaje de las txosnas ayer al mediodía para realizar una primera valoración de la recién finalizada Aste Nagusia. Aunque en sus rostros no pudieron ocultar las nueve jornadas de juerga junto a Marijaia, de las palabras de las portavoces de Bilboko Konpartsak se desprendió satisfacción por el desarrollo de las fiestas, a las que muchos siempre están dispuestos a atacar.

Uno de los retos de los últimos años ha sido hacer más atractiva la oferta en la programación matinal. Se consiguió atraer a más txikis a la fiesta gracias a la creación de un espacio exclusivo para ellos, el txikigune y el gaztegune, en el muelle de Ripa. Los adultos han sido los más remisos a acercarse por las mañanas al Olimpo festivo del Arenal y al Casco Viejo aunque, según apuntaron ayer las comparsas, esta tendencia se ha roto y la participación ciudadana en las actividades diurnas ha sido notable.

Puntales en ese cambio de tendencia, tal y como destacaron las representantes de los organismos festivos, han sido los diferentes certámenes gastronómicos, con un arranque el martes, en que llegaron a presentarse hasta 180 tortillas y que fue preámbulo de las jornadas en las que El Arenal acogió el guiso de suculentas cazuelas de chipirones, bacalao a la vizcaina y al pil pil, marmitako y rabo. No hay que olvidar tampoco a los grupos de bilbainadas, gaiteros, trikitilaris y txistularis que amenizaron el Casco Viejo.

Otro de los hitos ha sido, en opinión de Bilboko Konpartsak, la Hiri Krosa, que «fue genial y desbordó las expectativas». Mientras las actividades populares promovidas por las comparsas ganan adeptos año a año, la oferta musical impulsada por el equipo de Iñaki Azkuna ha vuelto a hacer aguas en su empeño por atraer a bandas «de proyección internacional». Los últimos fiascos en la larga lista de despropósitos musicales en Botica Vieja son The Teenagers y Travis, aunque cada vez menos reseñables por su insistente repetición.

Respecto a la afluencia de público a Aste Nagusia, las comparsas reconocieron que ha sido menor a aquellas ediciones en que las fiestas comienzan una semana más tarde. «Es cierto que ha habido menos gente que otros años. Esto sucede -puntualizó Idoia Llanos, una de las portavoces- siempre que las fiestas son tan tempraneras». Además, aclaró que la tendencia cambiará en 2009, cuando Marijaia arribe el 22 de agosto al Botxo.

En el día de los balances, Eusko Trenbideak informó de que 202.593 personas viajaron en ferrocarriles y tranvía durante las pasadas fiestas de la capital vizcaina. Esta cifra mantiene prácticamente los datos recogidos en 2007 y sirve para apuntalar la teoría de quien defiende que la participación ciudadana en Aste Nagusia no ha sufrido ningún gran descalabro.

Según informó la sociedad pública dependiente del Departamento de Transportes y Obras Públicas del Ejecutivo de Lakua en un comunicado, el servicio de ferrocarril de EuskoTren transportó a un total de 117.679 personas, que se beneficiaron de una amplia oferta de trenes nocturnos, además del servicio regular.

El tranvía circuló hasta 22 horas por jornada entre las paradas de Basurto y Pio Baroja, consiguiendo una cuota de 84.914 personas usuarias. El 23 de agosto fue el día de máxima afluencia en el servicio de ferrocarril con 18.142 personas que se desplazaron al Botxo, y también para EuskoTran, con 12.769 personas. En opinión de Eusko Trenbideak, los datos correspondientes al último sábado suponen unas cifras muy satisfactorias en el transporte de viajeros.

Reconocimiento al pregonero

Las comparsas no son las únicas que han saludado «el notable incremento de la demanda de `fiesta de día', y no sólo del llamado público familiar, sino también de cuadrillas de toda edad», también personas vinculadas a Aste Nagusia como Marino Montero, miembro de la primera Comisión de Fiestas en 1978 y actual relaciones públicas de los establecimientos Café Iruña y La Granja. Montero reclama un esfuerzo por potenciar el programa de tarde.

«Quizá habría que plantearse un desfile vespertino, al estilo del de la Ballena, para todos los días de Bilbao Aste Nagusia, que venga a sustituir a las otrora multitudinarias bajadas de las comparsas de los toros», argumenta.

Bilboko Konpartsak no perdió ayer tampoco la ocasión de reconocer la tarea desarrollada por el pregonero y la txupinera, Aitor Elizegi e Isabel Isazelaia. «Han estado a la altura de estas bonitas fiestas, no se han perdido ningún acto y se les veía en todos los sitios con una alegría y una simpatía que ha encantado a todo el mundo», manifestaron ante los numerosos medios de comunicación que siguieron su rueda de prensa.

Tal es el grado de satisfacción que ha cosechado la labor desarrollada por el cocinero santutxuarra que los organismos festivos le han otorgado la Bandera Azul, aquella que se concede a quien promueve y defiende los valores de Aste Nagusia, «por su buen pregón».

Adiós a Marijaia

También ha gustado el adiós organizado a la musa y reina de las fiestas, en el que los ciudadanos del Botxo tuvieron la oportunidad de acercarse hasta las escalinatas de la casa consistorial para despedir a Marijaia antes de que partiera en llamas al filo de la medianoche a bordo de una gabarra. El desfile previsto por el grupo de teatro Gaitzerdi fue más participativo. «Es así como debe ser y no un simple acto en el Arriaga», destacaron las comparseras, alabando el acto final de Aste Nagusia.

Si la Ría fue recuperada para la sentida despedida a Marijaia, también fue escenario de la cucaña, juegos de agua y la ya tradicional Banderilla de trainerillas de GARA, cuyo trapo fue a parar a las vitrinas de los tomateros de Tintigorri. Al igual que sucede con quienes reclaman la vuelta de la bajada de goitibeheras, los hay que reivindican más actividades en la lámina de agua del Ibaizabal.

Uno de ellos es Marino Montero. «Sabido es que la Ría es, o era, la vía principal de esta villa, y que Bilbao debe cuanto ha llegado a ser al hecho de haber contado con una Ría navegable, pero hoy por hoy, y pese a los encomiables esfuerzos del Consorcio de Aguas para devolverle su flora y su fauna, la Ría se nos muere, convertida en una especie de mausoleo, bien bonito si se quiere, pero frío y sin vida: se acabaron los tiempos en los que la Ría cumplía una función comercial y sus márgenes rebosaban de actividad, y nos hemos encontrado con un enorme espacio vacío, en el mismo centro de nuestra ciudad, al que no acabamos de dar una nueva utilidad náutica en beneficio de la comunidad», señala el relaciones públicas del Café Iruña y La Granja.

Entre los aspectos negativos, las comparsas citaron ayer la falta de voluntad de los responsables municipales por otorgar una infraestructura básica a Aste Nagusia. Entre los ejemplos, señalaron la escasez de baños, que «han estado cerrados durante el día». También mencionaron los problemas surgidos con los accesos al recinto del Arenal, principalmente para las labores de carga y descarga del material de las txosnas, que los achacaron al Consistorio. Para próximas ediciones, desde Bilboko Konpartsak mostraron su voluntad de trabajar con el Área de Circulación para subsanar estos problemas.