Las protestas de la ciudadanía vasca contra la construcción del Tren de Alta Velocidad conti- núan sucediéndose después de la visita del lehendakari, Juan José Ibarretxe, a las obras en el tramo guipuzcoano el pasado jueves. Allí escenificó el apoyo expreso del Ejecutivo autonómico al proyecto ferroviario y ensalzó las consecuencias de la denominada «Y vasca».

Sin embargo, los opositores al TAV respondieron calificando sus manifestaciones de «falsedades» en la rueda de prensa que ofrecieron ese mismo día en Ordizia. Y ayer al mediodía volvieron a salir a la calle para mostrar su descontento con la imposición del proyecto.

Un grupo de personas se concentró al lado de la carretera BI-625 portando carteles y banderolas contrarias al TAV y recla- mando la paralización de los trabajos. La cadena humana se realizó a la altura de las obras de la «Y vasca» en la localidad vizcaina de Zaratamo.

Más protestas

El jueves, los miembros de la asamblea contraria al TAV ya llevaron a cabo una protesta en Zaratamo. Trece personas unieron sus cuerpos con bridas y cerraron el paso a las obras durante media hora aprovechando que los trabajadores se encontraban comiendo.

Con esta iniciativa quisieron denunciar que los trabajos de construcción comenzaron hace tres meses en la localidad vizcaina y que «todavía nadie nos ha explicado para que sirve tanta destrucción». En este sentido, criticaron que tienen claro que no responde a las necesidades de la ciudadanía que vive en esa zona y que «no se puede ocultar que el objetivo de este proyecto es llenar el bolsillo de unos pocos gastando el dinero público».

Asimismo, señalaron que los Ayuntamientos de Galdakao, Arrigorriaga, Basauri y Zaratamo no dan solución a la desinformación que existe en torno al proyecto y citaron que el coste de las obras alcanzará la cifra de 50 millones de euros, que irán a parar a manos de las empresas Dragados e Iza Obras y Promociones.