Steven Soderbergh y Benicio del Toro llevan al cine la vida del Che tras siete años de investigaciones
El actor Benicio del Toro presentó ayer en Madrid «El argentino», dirigida por Steven Soderbergh, primera parte del proyecto cinematográfico en el que encarna a Ernesto Che Guevara.GARA | MADRID
«El argentino», dirigida por Steven Soderbergh, es la primera parte del proyecto cinematográfico en el que Benicio del Toro encarna a Ernesto Che Guevara, y cuyo estreno mundial tendrá lugar el próximo viernes en el Estado español. Tras siete años de investigaciones, la primera película, que narra el encuentro del Che con Fidel Castro y su trayectoria en la Revolución cubana, ve la luz. Con música del donostiarra Alberto Iglesias, en la película también actúa el gasteiztarra Unax Ugalde, que comparte reparto con Demian Bichir, Elvira Mínguez, Jorge Perugorría y Rodrigo Santoro, entre otros.
El actor Benicio Del Toro reconoció tras la rueda de prensa, a un reducido grupo de periodistas, que haber ganado el Oscar por su trabajo en «Traffic» (también Oscar para Soderbergh) le abrió las puertas para poder embarcarse en este gran proyecto, del que también es productor, y para el que finalmente consiguieron financiación. «El Oscar abre puertas, sube el caché y ayudó económicamente a hacer 'Che'», explicó del Toro, que para meterse en la piel del médico, guerrillero y revolucionario argentino se planteó no tanto parecerse físicamente a él como «entender el porqué» de sus actos. «Se trataba de entender las escenas, cómo era él y hacerlo», señaló Del Toro, que durante la charla fumaba un puro habano, una costumbre que ya tenía antes de rodar 'Che'.
Una película sobre latinos
Por su parte, Steven Soderbergh habló sobre el hecho de que ambas películas no lograran el respaldo de Hollywood. «No me sorprendió. Porque 'Che' está rodada en español (por respeto a él), por el personaje y por la escala del proyecto, cuando en Hollywood sólo dedican dinero para películas como ésta pero que hablan de personajes blancos», subrayó, agregando que en los grandes estudios veían este proyecto «como una película sobre latinos, corriendo y pegando tiros por la selva».
«El argentino» sigue la trayectoria ascendente del Che en la Revolución cubana, desde sus comienzos como médico a su paso a ser comandante del ejército rebelde contra la dictadura del general Fulgencio Batista, y su imagen de héroe del pueblo cubano. También incluye el discurso del Che en la ONU en 1964, «una imagen muy poderosa como para no usarla», en palabras de Soderbergh. «No se podía crear suspense, porque ya se sabe que ganaron la revolución. Por eso utilizamos lo que no se sabe, su ideología, las batallas y el discurso en Naciones Unidas», apuntó el también responsable de «Sexo, mentiras y cintas de vídeo». «Guerrilla», la segunda entrega que aún no tiene fecha de estreno, está basada en un 90 por ciento en el diario de Bolivia y el último año de vida del Che.
La energía del Che
«Cubierto de miedo por la responsabilidad», Del Toro quiso hacer «un Che como Benicio». «No quería ser rígido pensando en cómo lo haría el Che. Lo más importante fue liberarme, para no ser como un robot o una marioneta», afirmó el actor, que quedó sorprendido con la energía del Che. «Tenía una motivación muy fuerte», precisó al recordar que Ernesto Guevara padecía asma. El actor cree que el Che «admiraría Cuba» si viviera ahora y que «hay muchos cuentos» sobre sus posibles disputas con Fidel Castro. «Fidel fue el mentor del Che y éste no llegó al nivel de ser un mito como Fidel hasta pasados los dos años de Revolución», recordó, matizando que de haber recelos entre ellos estaría en el diario del Che, publicado en Cuba y en el resto del mundo «igual, sin censuras». «Tenían una relación interesante», matizó.
Soderbergh, por su parte, precisó que Che era «como una herramienta dura», por lo que no quiso hacer «una película poema, sino una película como un cuchillo, directa y dura». «Todos los días luchaba por una sociedad justa», consideró el director, que no quiso hacer valoraciones de la Cuba de hoy porque «es una historia que todavía se está escribiendo».