Japón se prepara para conocer el nombre de su tercer jefe de Gobierno en menos de dos años sin pasar por las urnas, pues será designado en unos comicios internos del Partido Liberal Demócrata (PLD), que ha dirigido el país durante medio siglo.

Algunos de los jerarcas del partido ya han comenzado a tomar posiciones después de la repentina dimisión de Yasuo Fukuda, que será sustituido como líder del partido el 22 de setiembre en una ceremonia interna del PLD y posteriormente votado por la Cámara Baja.

El primer candidato en dar un paso al frente ha sido Taro Aso, un halcón conocido por sus posiciones pan-niponas y que ya disputó a Fukuda hace un año el timón japonés.

El próximo primer ministro se volverá a encontrar con el muro insalvable del Senado, controlado desde hace un año por el opositor Partido Democrático (PD).

Quien ya ha hecho saber que no intentará volver a ser primer ministro es Junichiro Koizumi, que gobernó Japón entre 2001 y 2006, y fue quien logró la aplastante mayoría en la Cámara Baja, todavía en manos del PLD.

Con todo, la posibilidad de un adelanto de las elecciones generales, previstas para setiembre de 2009, parece difuminarse.

El PLD es reticente a jugarse en unas elecciones el control político en un momento delicado para Japón, con la economía al borde de la recesión.

El empresariado japonés no ha dudado en calificar de irresponsable la dimisión de Fukuda. Lo mismo hicieron hace un año cuando el que dimitió fue su antecesor, Shinzo Abe.

Los empresarios insisten en que el Gobierno culmine una drástica reforma neoliberal pendiente de la inestabilidad que asola al régimen japonés.

El último dato de crecimiento económico, publicado hace poco más de dos semanas, puso a las claras la situación: entre abril y junio la economía se contrajo un 2,4% a causa de la caída del consumo y de un frenazo en las exportaciones. La dimisión de Fukuda no parece haber mejorado el estado de ánimo de los mercados, porque el Nikkei cayó ayer mismo a su nivel más bajo en cinco meses.

Parlamento alternativo

La campaña del PLD ya está en marcha. Es el momento de las vendettas en el oscuro mundo interno del PLD, dividido en diversas facciones que, con mucho sigilo, actúan como un Parlamento alternativo a la Dieta.

La mayor facción interna del PLD, liderada por el actual ministro portavoz, Nobutaka Machimura, no propondrá candidato. Al fin y al cabo, Fukuda y Shinzo Abe son miembros de la facción de Machimura y no han durado en el cargo ni un año.