Fue Bernard Shaw quien nos legó aquel conocido axioma que decía que «si tú tienes una manzana y yo tengo una manzana y las intercambiamos, entonces ambos aún tendremos una manzana. Pero si tú tienes una idea y yo tengo una idea y las intercambiamos, entonces ambos tendremos dos ideas». Es la idea que desde hace semanas vienen defendiendo en la red de redes internautas y bloggers que se oponen a las pretendidas intenciones de la Eurocámara de recortar la cuota de libertad que hasta ahora ha venido imperando en Internet.

Ayer se produjo la primera toma de contacto de los parlamentarios con este debate, ya que la votación, prevista para ayer mismo, se ha retrasado hasta finales de mes -probablemente el 24 de setiembre- dado que, como confirmó a GARA tras el pleno vespertino el europarlamentario de EA Mikel Irujo, dentro de los grupos «ha sido imposible consensuar posturas entre las diferentes delegaciones y se ha pedido más tiempo para debatir internamente en cada grupo la postura». Así que la espada de Damocles que pende sobre Internet sigue presente y la discución, al menos, ha trascendido al ámbito social.

El revuelo montado entre los internautas tiene que ver con las tres iniciativas presentadas por un miembro del Partido Conservador británico, de nombre Malcolm Harbour, y que colectivos de internautas europeos han calificado ya como «enmiendas torpedo» contra la libertad en la red.

Éstas se incluyen en una discusión mucho más amplia en torno al conocido como «Paquete Telecom», que pretende regular las telecomunicaciones en el ámbito comunitario. Como otras muchas, esas enmiendas fueron presentadas el último día hábil de la tramitación. Tanto fue así que la mayoría de ellas pasaron desapercibidas, hasta que saltó la alerta entre los internautas por las propuestas que hacía uno de los ponentes, el citado Harbour, en el informe relativo a los consumidores y la propiedad intelectual.

Vigilar al usuario

Según vienen denunciando desde principios de verano estas agrupaciones y otras de defensa de los derechos civiles, si dichas propuestas son aceptadas, entre otras novedades que afectarán a los usuarios estará la de reducir la velocidad del P2P -el tan utilizado sistema para intercambiar archivos (películas, música, juegos, documentos...) entre usuarios sin que aparezca un intermediario entre ellos-, «especialmente para evitar presuntas violaciones de `propiedad intelectual'».

El uso de este programa, a diferencia de «bajarse» películas o música de páginas web, no es ilegal, ya que se trata de una especie de intercambio entre internautas.

Pero no es ésta la única medida que se critica. Otras apuntan a que se dará luz verde a la cooperación entre proveedores de Internet y productores de contenidos para juzgar qué contenidos son legales y cuáles no; se obligará a los proveedores de servicio a controlar y advertir por e-mail a los usuarios cuando se descarguen un contenido ilícito; y se instalará soffware en los PCs para detectar infracciones de propiedad intelectual.

Estas medidas vendrían a sumarse a otras aprobadas recientemente -por cierto, a propuesta de otro eurodiputado británico, Syed Kamall- en el Comité de Justicia y Libertades Civiles, presentadas como «medidas técnicas» para evitar o detectar infracciones de propiedad intelectual. Las mismas posibilitarían la instalación y ejecución forzosa de sofware espía y el procesamiento automático de los datos de tráfico sin consentimiento del usuario.

La decisión final, en el aire

El europarlamentario de EA ha sido uno de los representantes vascos que ha seguido de cerca este debate. «Estamos recibiendo un sinfín de e-mails, tanto de las productoras para que votemos a favor como de internautas para que lo hagamos en contra», reconoce Mikel Irujo. Su voto lo tiene claro, ya que considera que las enmiendas del ponente británico pretenden una «mayor restricción» del uso de Internet.

Ayer se escucharon diversas opiniones en Bruselas. ¿Qué pasará en la votación de finales de mes? «Puedo asegurar que así como en comisión parlamentaria coló sin problemas, ahora la cosa no está tan clara y se espera una votación ajustada. De hecho, si se ha pedido más tiempo es para que los grupos puedan explicar a sus miembros el tema con más tiempo», responde.

Irujo considera que «no se pueden dar a las sociedades de gestión de los autores la potestad de controlar los contenidos y las actividades que los internautas realizan en la red», y defiende que una mayor restricción «no conseguirá frenar un fenómeno natural; la tecnología avanza y con ello el intercambio de archivos es cada vez más sencillo, y más burlable».

«Los internautas no son delincuentes, son personas que usan la red de redes para diversos cometidos. Ralentizar la red es claramente dar un paso atrás», reitera. Así, defiende «replantear el actual modelo de los contenidos y buscar nuevos métodos de distribución de la música».

Como ejemplo, señaló que «mundialmente, y en Euskal Herria en particular, ya hay artistas que lo han entendido perfectamente como Kerobia, Ainhoa, o MCD, que distribuyen gratuitamente su música consiguiendo llegar a más gente y así conseguir más actuaciones».