Urruña acogió una protesta por la muerte de Carlota Ortuzar
Urruña fue ayer escenario de una protesta por la muerte de Carlota Ortuzar a manos de su marido, que posteriormente se quitó la vida. El matrimonio veraneaba en esta localidad de Lapurdi y aquí tuvo lugar el fatal desenlace. La muestra de repulsa por esta muerte había sido convocada por el Colectivo de Mujeres contra la Violencia Sexista.GARA |
El Colectivo de Mujeres contra la Violencia Sexista convocó ayer una concentración de repulsa por la muerte de Carlota Ortuzar a manos de su marido en Urruña. La concentración tuvo lugar ante el Ayuntamiento de localidad labortana, donde se exigió acabar con este tipo de violencia. A la convocatoria acudieron representantes de la candidatura abertzale en el Ayuntamiento; no lo hicieron así los del partido mayoritario en el gobierno municipal, ya que no se presentó ningún edil de la formación derechista de Urruña.
Durante la concentración se repartieron hojas informativas en las que se indicaba que la muerte de Ortuzar no se debió a «un crimen pasional», sino que se trata de «un crimen sexista». Esta puntualización se considera imprescindible para sensibilizar a la sociedad, que era el objetivo de la movilización de ayer, según explicó Anuntxi Arana. Como representante feminista, Arana tomó la palabra constatando que en las movilizaciones de este tipo no participa mucha gente, por lo que con las convocatorias tratan de extender la sensibilidad hacia este problema, además de mostrar solidaridad para con los allegados de las víctimas.
Arana resaltó que en el Estado francés cada tres días muere una mujer a manos de su pareja o de su ex pareja, por lo que describió la situación como «una salvajada insoportable», añadiendo que «es imposible callar ante la misma».
Tal y como se hizo ayer en Urruña, el día anterior se llevaron a cabo actos similares en diversas localidades de Euskal Herria, a convocatoria de la Plataforma de la Marcha Mundial de Mujeres. Entre otras, en Portugalete, Zarautz, Altsasu, Orereta, Algorta, Azpeitia y Tolosa, así como en Gasteiz, Bilbo, Iruñea y Donostia.
Carlota Ortuzar ha sido la cuarta víctima mortal que se ha registrado en Euskal Herria en lo que va de año debido a la violencia sexista.
Exigencia de nuevas leyes
La idea de que se trata de un problema que afecta a toda la sociedad fue subrayada también por la integrante del Colectivo de Mujeres contra la Violencia Sexista, Amaia Fontang, cuando la muerte de Carlota Ortuzar fue confirmada como violencia sexista después de que se practicara la autopsia. Fontag indicó que, aunque estas muertes se dan «en la intimidad de las casas, el problema afecta al conjunto de la ciudadanía», por lo que aseguró que «es imprescindible reaccionar».
Más allá de la denuncia y de mostrar su rechazo, Fontang matizó que «pedimos medios para que este tipo de hechos no vuelvan a suceder» y, en ese sentido, se dirigió hacia las autoridades para advertir que «los políticos tienen una gran responsabilidad».
En este contexto marcado por hechos tan trágicos, señaló que es más necesario que nunca retomar el debate sobre la necesidad de crear «una ley marco en defensa de las mujeres».
Anuntxi Arana, representante feminista, calificó de «salvajada insoportable» la situación creada por la violencia sexista. Resaltó la importancia de movilizarse porque hasta ahora participa poca gente en estos actos de denuncia.